Las habichuelas con dulce se mantienen con el paso de los años como uno de los postres típicos tradicionales de los dominicanos que se prepara mayormente durante la Semana Santa.

A pesar de su alto contenido calórico sigue siendo preferida por los criollos de todas las clases sociales.

Es servida también en los hoteles todo incluido para deleite de los extranjeros también.

En algunas regiones existen variantes de postres de granos con dulce como el famoso chacá del Sur (maíz con dulce) o las habas del Este. Sin embargo las habichuelas rojas son las predominantes en el todo el país.

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Este postre netamente criollo consiste en una mezcla de habichuelas, leche de vaca y coco, azúcar, batata, especias, pasas y galleticas. Los granos pueden ser enteros o licuados.

Su mayor consumo es en Semana Santa, pero suelen prepararse ocasionalmente. Incluso la heladería criolla Bon tiene un helado con ese sabor.

Costumbre

Tan arraigado está ese plato en la costumbre y cultura dominicana que los Gobiernos y políticos entregan fundas con sus ingredientes en Semana Santa, desde las instituciones de asistencia social.

Al igual que la cena de Nochebuena, las habichuelas con dulce se han constituido como un plato para compartir e intercambiar entre parientes, vecinos, compañeros de trabajo, al punto de hacerse cuasi mandatorio.

Es decir, las familias preparan grandes cantidades con el listado de personas para la distribución.

Igualmente recibían de otros para degustar y comparar.

En su preparación era común que se involucraran varios miembros de la familia, tanto en la preparación como en la distribución. Amén de la degustación.

Origen

Según el historiador José Guerrero, las habichuelas con dulce es exclusivo de la República Dominicana y no se consume ni siquiera en los países más cercanos

Explica que en varios países mezclan frijoles y azúcar en comidas, pero nunca hacen la mezcla que caracteriza las habichuelas con dulce dominicanas.

Sostiene que de su origen se sabe muy poco, y que la información más aproximada se ubica a finales del siglo XVII y se relaciona con la era de Francia en Santo Domingo (1795-1809), quien introdujo la costumbre de comer frijoles o legumbres.

Apunta que el proceso de fusión y síntesis culinaria del pueblo dominicano habría convertido estos ingredientes, después de la Independencia de 1844, en las habichuelas con dulce.