A última hora Hugo Beras cogió la presión de la campaña y no aguantó el calibre de la calle. Ese pampaneo y gastadera de dinero atrás de votos no lo soporta cualquiera, hay que estar muy enfocado en el asunto y tener tracción 4×4 con potencia monetaria en las cuatro gomas. La tranza esta vez no estuvo del todo clara, creo que le puede salir el tiro por la culata y quedarse sin pito, sin flauta y sin orquesta.

Hasta hace unos días Hugo era candidato a la alcaldía del Distrito Nacional por el Partido Revolucionario Dominicano. Su propuesta era muy interesante, había calado entre los popis y ese nicho de jóvenes que está hasta la coronilla de la misma vaina politiquera veía en él un candidato potable. Un grupo amplio de millenials lo vimos interesante porque él, aunque viene del PRD, comprende muy bien los líos capitalinos y su propuesta no era de partido, sino de gestión.

Entre el tira y hala de la chercha política tiró numeritos y se dio cuenta que en la sindicatura distrital él estaba en un lejano tercer lugar, lo que lo puso a frenar con los cambios y comenzó a darle mente si era razonable seguir gastando esos melones atrás de una derrota electoral. Hasta ahí es razonable que soltara el timón, sin embargo, no calculó bien la vuelta con lo que hizo después.

Hugo no solo apagó el motor de su candidatura, sino que sacó pies del PRD y pasó a montarse en el Uber de Carolina Mejía, la candidata del Partido Revolucionario Moderno, la candidata de la oposición que se suponía él no apoyaba, la canchanchán de David Collado, actual alcalde y a quien Hugo ya le había criticado su gestión. ¿Ahora resulta que estaba bien? ¡No entiendo!

Pero todavía peor, la renuncia del PRD saca a Hugo de la ñoña actual. Hasta el año pasado era el vocero de la Cancillería y dentro de esa organización gozaba del respaldo de su presidente Miguel Vargas, quien por demás está frío con el Gobierno y maneja unos empleos sabrosos. Con Beras fuera de la alianza lo único que puede recibir de la oposición son promesas y un par de pesos que se acaban rápido si Carolina no gana. Abandonar ese partido para irse a otro sin ninguna función garantizada es casi suicidio político.

Y en eso del abismo político caigo porque –reitero- muchos jóvenes como yo veíamos en él algo diferente, Hugo representaba un nuevo sistema político, o por lo menos eso pensamos. Si él que estaba arriba y andaba en el tren del oficialismo decidió irse por el camino más corto, ¿qué le queda al independiente o el alternativo? El ex candidato demostró que en la política vale más andar de bola que en bicicleta ¿Cierto? Depende…

Si su apoyo a Carolina llegaba con una candidatura a vicealcalde pudiera entenderse el paso porque ella está muy bien posicionada en las encuestas y su llegada al ayuntamiento lo beneficia directamente, pero irse a lo cara de vaquero, sin más nada que propuestas de tránsito, no suma los votos que dejó al renunciar. De hecho, ese apoyo que logró entre los jóvenes bajó considerablemente porque Carolina y Domingo Contreras son productos de un mismo modelo, el mismo sindicato choferil con siglas diferentes.

¿Los seguidores de Hugo apoyarán a Carolina? Quizás una parte sí, pero tengo la ligera sospecha de que serán mayoría los que ya no tendrán razones para votar este próximo 16 de febrero, si existía alguna posibilidad de arrastrar ese voto joven creo que se le fue la guagua. No solo porque Hugo ya no va, sino por la manera en la que hizo la tranza. Políticamente no está mal, pero a veces hay que jugársela y seguir en la pelea aunque no se gane el trofeo porque, al final, participar genera visibilidad, arrastre y popularidad.

Creo que mi estimado Hugo no calculó bien la vuelta, no sabía lo que él significaba para una generación y la admiración lograda quedó muy entre dicha. Si bien es cierto que él es parte de un grupo de negociaciones que hay entre el PRM y el PLD, no menos cierto es que los que deciden si va a la carrera o no son los dirigentes y él, hoy por hoy, ya no es el mimado del patrón, le toca conchar en ruta nueva.

Ahora la sindicatura está entre Domingo del PLD y Carolina del PRM. También está Johnny Ventura (Fuerza del Pueblo), Bartolomé Pujals (Alianza País) y Maicol Miguel Holguín (País Posible), pero los números dan tendencia a los dos primeros, por lo que la alcaldía debería estar entre ellos dos. ¿Qué hará Hugo si el PRM pierde? No puede regresar al PRD, no puede entrar al PLD porque ya es oposición, no tendrá cargo en el PRM porque ya su dirección fue escogida, no puede aspirar a diputado porque las candidaturas se eligieron en octubre y no podrá ser independiente porque la sociedad civil ya lo ve como otro más del montón.

Hugo se ve obligado a darlo todo para que Carolina gane porque si por vaina del diablo Domingo se queda con la alcaldía, mire mi hermano, él no volverá a sacar la cabeza por mucho rato. No todas las vueltas se hacen, hay que saber dónde frenar o sacar pie. El tipo es muy duro en vainitas de carro y movilidad, pero la política no se trata de gasolina, sino de bujías. ¡Me quité!