La familia de la mujer de 79 años que cayó mortalmente de un puente levadizo en West Palm Beach (sureste de Florida, EE.UU.) por supuesta negligencia de la operadora, que levantó la superficie móvil sin cerciorarse del tráfico, recibirá una compensación de 8,2 millones de dólares, anunció este viernes una firma de abogados.
Lance Ivey, uno de los abogados de la firma que presentó la demanda en nombre de la familia de la víctima, anunció hoy los detalles del acuerdo millonario con Florida Drawbridges Inc (FDI), la empresa encargada del funcionamiento de los puentes.
La demanda presentada en marzo pasado contra Artissua Lafaye Paulk, de 43 años, la operadora que estaba de servicio el día del suceso, y FDI, buscaba una compensación monetaria por la muerte de Carol Wright que caminaba por la senda para peatones del puente cuando Paulk lo levantó y cayó.
Wright caminaba el pasado 6 de febrero por la senda peatonal del puente Royal Park llevando su bicicleta agarrada con las manos y estaba acercándose a la parte no levadiza de la infraestructura cuando el puente empezó a levantarse.
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Según la policía, trató de agarrarse a una barra, pero no pudo mantenerse sujeta y cayó unos 60 pies (18,3 metros) sobre el cemento a pesar de los intentos de una persona por ayudarla.
Además de los 8,2 millones de dólares que pagará la compañía FDI en concepto de compensación económica, las licitaciones de puentes de FDI desde el pasado 1 de julio “estarán sujetas a verificación de antecedentes penales».
La compañía encargada del funcionamiento de los puentes deberá también “desarrollar programas de capacitación de recertificación con todas las licitaciones de los puentes” que opera actualmente, además de llevar a cabo “periódicas auditorías de calidad”, entre otros puntos.
La demanda alega que Paulk “abrió negligentemente el puente levadizo”, lo que provocó que Wright “primero sufriera un extremo dolor mental y sufrimiento mientras se aferraba a (una barandilla del) puente y, segundo, que cayera sobre una superficie de cemento que le causó lesiones” mortales.
Según el canal WESH, la acusación indica en los documentos judiciales que Paulk mintió cuando dijo a la policía que antes de levantar el puente el pasado 6 de febrero sobre la una de la tarde había comprobado varias veces que no había nadie circulando.
La Fiscalía indicó que, antes de supuestamente mentir a las autoridades, Paulk habló con su supervisor por mensaje de texto de lo que debía contar a los agentes y acordó con él borrar esas comunicaciones.
Esos mensajes fueron recuperados después y formaron parte de la evidencia de este caso.
El canal WESH indicó entonces que, aunque la operadora afirmó haber comprobado visualmente cuatro veces si había alguien sobre el puente antes de levantarlo, un vídeo de seguridad muestra que durante el turno de ella solo hubo tres salidas al balcón para la comprobación, entre las 8-08 y las 9-03 de la mañana.
Wright murió poco antes de la una de la tarde de ese día.
La manera de actuar de Paulk muestra una “despreocupación cruel por la vida humana y la seguridad de una persona”, dijo la Fiscalía en su acusación.
El abogado de la familia de la víctima, Lance Ivey, afirmó que la operadora del puente aquel día no hizo ni “el mínimo” necesario por proteger la vida de las personas que utilizan el Royal Park Bridge.