Algunos se dan golpes de pecho prometiendo, clamando y reclamando supuestas propuestas llenas tanto de palabras vacías como vacías están las intenciones reales por el progreso de la humanidad; más bien se insertan, generalmente, dentro de estrategias geopolíticas de confrontación y discordia. Mientras, China, desde que, en 2021, en la Asamblea General de la ONU, el presidente Xi Jinping propuso una Iniciativa para el Desarrollo Global – IDG – promueve un amplio conjunto de medidas y propuestas concretas, medibles y viables, para incentivar un crecimiento global equilibrado, coordinado e inclusivo.
Hace unos días el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, recordando la propuesta presentada hace un año, la describía como “valiosa contribución para abordar los desafíos comunes y acelerar la transición hacia un futuro más sostenible e inclusivo».
Gran ayuda para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS – que, ciertamente, entre pandemia, guerras, irracionalidades de países avanzados y emergencia climática, parecen encontrarse a la deriva. La propuesta china es una tabla salvadora. En tanto los peligros se incrementan, se agrava el impacto ambiental, las economías desarrolladas se tambalean, crece la pobreza, mayor marginación de niñez y mujeres, naufragan en puertos, utópicos programas de tintes geopolíticos enfocados en la confrontación; China estimula la expansión de un pensamiento centrado en la lucha contra la pobreza, de lo cual es un ejemplo, seguridad alimentaria, cooperación sanitaria, financiamiento del desarrollo y combate al cambio climático, industrialización e interconectividad. El presidente chino propuso la IDG «para ayudar a revivir los esfuerzos globales para lograr los ODS”. Desde entonces, un Grupo de Amigos de 60 Estados, y aumentando, se proponen trabajar juntos para volver a encausar los ODS “para el bienestar de esta y las futuras generaciones y del planeta del que todos dependemos».
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Consecuentemente, en reciente reunión, el canciller chino presentó un paquete de 32 acciones concretas y 50 proyectos para forjar una alianza global centrada en reducir la pobreza, impulsar el desarrollo, cooperar en ciencia y tecnología, desarrollar energías limpias y la gestión forestal. Para hacer viable la Iniciativa, aseguró Xi, todas las naciones deben enfocarse en la cooperación, una seguridad indivisible y sostenible, el respeto a la soberanía nacional, la no interferencia en asuntos internos y el respeto al multilateralismo. Más de 100 países de los que una vez integraron lo que se llamó Tercer Mundo, han acogido la IDG como oportunidad para hacer oír su voz.