Tras el caos vehicular en Santo Domingo por semáforos dañados en importantes avenidas en la pasada semana, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) informó este lunes que rescinde de manera inmediata el contrato con la empresa TRANSCORE LATAM SRL, firmado el 19 de junio del 2023, así como cualquier otro derivado del mismo, con todas las consecuencias legales pertinentes.
Además la entidad ha solicitado al Ministerio Público llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre los acontecimientos recientes, con el objetivo de determinar las responsabilidades correspondientes y asegurar que hechos como estos no se repitan en el futuro.
A partir de ahora, el control del sistema semafórico nacional permanecerá y se fortalecerá bajo la administración directa del Estado dominicano, a través de la entidad.
Esta medida busca garantizar la eficiencia y confiabilidad del sistema de tránsito.
¿Qué pasó?
En la noche del 27 de agosto, una situación crítica sacudió las calles del Gran Santo Domingo cuando técnicos del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) detectaron irregularidades graves en el manejo del sistema semafórico de la ciudad.
La empresa Transcore Latam SRL, contratada para la modernización y gestión del sistema, realizó reemplazos no autorizados de dispositivos y reguladores semafóricos, violando los acuerdos establecidos con el INTRANT.
Esta acción, ejecutada sin el consentimiento del instituto, llevó al INTRANT a notificar a la empresa sobre el incumplimiento. Sin embargo, en un acto sorpresivo, Transcore decidió cesar todos sus servicios al INTRANT a las 10:44 p.m., notificando su decisión a través de un chat interno.
El impacto de esta decisión fue inmediato y devastador: en los días siguientes, el caos vial se propagó rápidamente, afectando inicialmente 29 intersecciones críticas, y aumentando hasta 55 intersecciones en el Distrito Nacional. La situación generó un grave riesgo para la seguridad pública, obligando al INTRANT a tomar medidas drásticas.
La noche del 29 de agosto, el INTRANT intervino directamente por primera vez los semáforos controlados por Transcore, desplegando un equipo técnico de emergencia que logró tomar control de 6 nodos de comunicación por fibra óptica, esenciales para el funcionamiento de la red semafórica.
Esta operación incluyó la militarización de los nodos, y durante las siguientes 48 horas, los técnicos del INTRANT trabajaron sin descanso para recuperar el control de un sistema que operaba bajo una lógica descentralizada, previamente gestionada exclusivamente por Transcore.
Finalmente, el INTRANT consiguió retomar el control manual del sistema semafórico, garantizando la independencia de la empresa para la gestión futura de cualquier avería.