El prominente escritor irlandés, James Joyce, quien tuvo una influencia determinante en toda la novelística del siglo XX por su originalidad y maestría en el uso del lenguaje, fue uno de los autores modernos que se interesó en insertar el tema deportivo en su producción literaria.
Hace referencia a un partido de fútbol en uno de los capítulos de Ulises (1922), su aclamada obra maestra donde su genio creador empleó, según la crítica especializada, técnicas experimentales en un estilo único, en un tono que pasa de lo cotidiano a lo épico y poético. Es el narrador que inaugura la utilización del monólogo interior para descubrir los pensamientos y sentimientos más íntimos de sus personajes, logrando una esencial renovación del citado género.
El personaje central es Stephen Dedalus, licenciado en Artes y profesor privado que se hace acompañar de Buck Mulligan y Haynes, quienes en sus tiempos libres se dedican a compartir encendidas juergas y excesivo tragos. Mulligan es un estudiante de medicina. Haynes es un alumno inglés, que estudia la lengua vernácula irlandesa.
Esta compleja obra universal revela una vasta cultura del autor, llena de chistes, irreverencias, invención de nuevas palabras y sintagmas, afirma el académico argentino Víctor Gil Castañeda, de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima, en su magnífico ensayo “El Fenómeno del fútbol en algunos textos literarios.”
Refiere que en Ulises se incluye el tema deportivo específicamente sobre fútbol, en la siguiente escena: Dedalus termina sus clases en un colegio de Ricos. Se queda asesorando a un muchacho que tiene problemas con las matemáticas. El director Deasy le pide corregir una carta que desea enviar al periódico. Afuera, dos equipos juegan al fútbol. Mientras la conversación de Dedalus-Deasy avanza, la voz del narrador cuenta los detalles deportivos de forma paralela al resto de la historia. Joyce lo narra así:
“Gritos estridentes resonaron desde el campo de los chicos, y un silbido vibrante. Otra vez: un tanto.”
“Desde el campo de juego, los muchachos levantaron un griterío. Un silbato vibrante: gol.”
“Salió por el portón abierto y bajó por el sendero de gravilla al pie de los árboles, oyendo el clamoreo de voces y el chascar de los palos desde el campo de juego”.
Joyce nació en Dublin en 1882 y murió en Zurich en 1941. Cultivó los géneros de novela y poesía; además de su obra capital, Ulises, otras de sus creaciones notables fueron: Dublineses, Retrato del artista adolescente, Poemas Manzanas, y Exiliados.
Una confirmación autorizada de su grandeza provino del inmortal escritor argentino Jorge Luis Borges: “Es indiscutible que Joyce es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo. Verbalmente, es quizá el primero. En el Ulises hay sentencias, hay párrafos, que no son inferiores a los más ilustres de Shakespeare o Sir Thomas Browne”.