Naciones Unidas. La jefa de la agencia de Naciones Unidas que fomenta la igualdad para las mujeres lamenta que una niña nacida hoy tenga que esperar a ser una anciana de 81 antes de tener las mismas oportunidades que un hombre de ser directora ejecutiva de una empresa, y tendrá que esperar hasta los 50 años para tener iguales oportunidades de liderar un país.
Veinte años después de que 189 países adoptaran unas guías para alcanzar la igualdad entre hombre y mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka dijo en una entrevista con Associated Press que ni un solo país ha alcanzado la igualdad y paridad de género.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres concedió la entrevista antes de la celebración el viernes del Día Internacional de la Mujer, y de la reunión de la semana que viene de la Comisión sobre el Estado de la Mujer.
La comisión revisara un informe de 150 páginas proponiendo acciones para alcanzar la igualdad, adoptado en la histórica conferencia sobre mujeres de la ONU de 1995 en Beijing.
La entonces primera dama estadounidense Hillary Clinton inspiró a delegados y mujeres de todo el mundo con un discurso en el que afirmó que “Los derechos humanos son derechos de las mujeres, y los derechos de las mujeres son derechos humanos”. Aunque se han hecho progresos desde Beijing, especialmente en la salud de las mujeres y educación de las niñas, señaló Mlambo-Ngcuka , hay menos de 20 mujeres jefes de estado y de gobierno y la cantidad de legisladoras mujeres ha crecido apenas del 11% al 22% en las últimas dos décadas.
“Simplemente no tenemos la masa crítica para decir que las mujeres han alcanzado un punto de inflexión en su representación desde Beijing”, dijo.
Esa falta de representación en la toma de decisiones, indicó, al igual que la violencia contra las mujeres, es un “fenómeno global”, resultado de una dominación masculina en el mundo que tiene que cambiar para que las mujeres lleguen a ser iguales.
La plataforma de Beijing pedía a los gobiernos que pusieran fin a la discriminación contra las mujeres y estrecharan la brecha de género en 12 áreas clave, como salud, educación, empleo, participación política y derechos humanos.
Por primera vez se reconoció que las mujeres tienen derecho a controlar su propia sexualidad sin coacción, y reafirmó su derecho a decidir si tener hijos, y en su caso, cuándo tenerlos.
Mlambo-Ngcuka dijo que la cuestión de los derechos sexuales y reproductivos, que fueron los temas más polémicos en Beijing, siguen siendo los que más controversia levantan en las negociaciones de Naciones Unidas.
“En lugar de convertirse en una norma (…) ha habido resistencia a esos derechos —una resistencia mortal, como hemos visto ahora en Oriente Medio”, señaló, haciendo referencia también a las estudiantes secuestradas por Boko Haram en Nigeria, que según medios fueron vendidas a hombres como esposas sin ningún derecho.
“La evidente escala que hemos después de Beijing en el uso de la violación”, especialmente en situaciones de conflicto, señaló, “creo que nos dice que los cuerpos de las mujeres no se ven como algo a respetar, sino como algo que los hombres tienen derecho a controlar y maltratar”.
Todo esto significa, afirmó, que los líderes mundiales deben empezar a hablar “de forma muy fuerte y muy abierta” contra la violencia sexual y la opresión de los derechos de las mujeres, además de fomentar la igualdad de género como un tema prioritario en su agenda, algo que no ocurre ahora.
La clave, señaló Mlambo-Ngcuka, es que los hombres y chicos renuncien a los privilegios de patriarcado con los que nacen. ONU Mujeres está buscando 10 líderes mundiales, 10 directores ejecutivos y 10 universidades que “rompan el molde” y se conviertan en campeones de la campaña “He for She” de la agencia, que pide a los hombres líderes, padres, hijos, esposos y hermanos del mundo que se alcen y apoyen la igualdad para las mujeres en todos los ámbitos. Si eso ocurre, afirmó, “tenemos algo con lo que trabajar, llevar la campaña hacia delante”.