A 21 años de la muerte del expresidente Joaquín Balaguer, las opiniones sobre su trayectoria política, continúan siendo tan diversas y polémicas, como su propia vida y legado.
Odiado por muchos, pero amado por otros, Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, fue un hombre de Estado, que tuvo en sus manos la transición democrática del país, tras la caída del dictador Rafael Leonidas Trujillo en 1961, aunque desde 1960 ya ostentaba la presidencia, al menos en el papel.
A pesar de ser ministro de varias carteras durante el gobierno del tirano, logró convertirse en la figura que diera paso a la transición, luego de que fuera prácticamente nombrado “presidente” por el propio Trujillo para 1960 y tras su muerte, comandó el período de transición.
Ahí inició una carrera presidencialista, que terminaría con siete periodos obtenidos en nueve intentos y más de 22 años al frente de la República Dominicana.
Tras la revolución del 1965, Balaguer, quien se encontraba en el exilio por sus vínculos con la tiranía, regresó al país para presentarse como candidato presidencial, ganando esa contienda y dando paso así, a uno de los períodos más funestos, pero de mayor crecimiento de la historia dominicana.
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Conocido como “los 12 años de Balaguer”, este tramo de la historia estuvo marcado por las arbitrariedades, desapariciones de importantes figuras opositoras y exceso de poder, aunque por otro lado, era el inicio de la era democrática, que se había tronchado con el golpe de Estado Juan Bosch en 1963.
Acciones comunes durante la dictadura de Trujillo, se reflejaban en el gobierno de Balaguer, pero esta vez, bajo la sombrilla de la “democracia”, una democracia que no tenía espacios para pensamientos distintos a los del líder reformista.
Por otro lado, tras un lustro convulso en la década de los 60, la República Dominicana comenzaba a ver cierto desarrollo económico y social, que le hizo gozar de gran popularidad y lo convirtió en uno de los líderes políticos más influyentes de la historia dominicana.
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Historiadores coinciden en que aunque quizás el expresidente no fuese una figura corrupta, permitía que sus funcionarios abusaran del poder, lo que marcó sus periodos al mando de la nación, bajo la sombrilla de su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Hasta su muerte, el 14 de julio del 2002, Balaguer influyó de manera directa en la política dominicana, presentándose incluso, a la presidencia del país dos años antes a sus 94 años de edad.
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Más que política
Pero su vida no se basó exclusivamente en la política, ya que fue uno de los escritores dominicanos más importantes de la época, escribiendo obras “Memorias de un cortesano de la era de Trujillo”, “Los Carpinteros” o la “La isla al revés”, así como otras 60 obras más.
Dentro de su legado, queda la construcción de importantes obras, carreteras, puentes y proyectos habitacionales, aunque también una estela de muerte, dolor y la angustia de miles de familias por la perder a sus seres queridos.