Juan Francisco de Jesús Vásquez Acosta (Juampa) afirma que el carnaval dominicano debe servir para protestar y denunciar los males sociales existentes.
Considera que el carnaval de la República Dominicana es contestatario, de manifestaciones históricas, por lo que no es un carnaval erótico, como el de la ciudad de Nueva Orleans, en el Estado de Luisiana, de los Estados Unidos. “En el carnaval sale todo”.
En su conferencia sobre el carnaval dominicano, con un enfoque sobre las característica del carnaval de Cotuí, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), analizó uno de sus aplaudidos disfraces, el de la protesta a la minera Barrick Gold, en su natal Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.
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Critica el negocio con la minera, la cual se lleva la mayor parte de las ganancias y deja al país con pocos beneficios. Defiende que se respeten los fundos de los agricultores de Cotuí.
Juampa, con 56 años de su vida disfrazándose de manera ininterrumpida desde que lo inició, a los 6 años de edad, indica que si se quiere conocer al país hay que ir al carnaval.
Señala que el carnaval o “carnestolendas”, sigue siendo la manifestación de darle riendas sueltas a los placeres de la carne, para luego recogerse durante los 40 días de La Cuaresma.
Ve la Cuaresma como el tiempo que se destina para la preparación y el fortalecimiento del espíritu, con la oración, la abstinencia y el ayuno, para decir que Cristo resucitó.
Expresa que no tiene lógica celebrar el carnaval para después entrar al camino de la reflexión espiritual, por considerar que humanamente, “nadie se abstiene del sexo por 40 días, cuando la persona es adulta y con su pareja, a menos que sea un monge”. Asume que en la manifestación del carnaval de antes pudieron ser diferentes, porque la gente era muy espiritual.
Carnaval de su nata Cotuí
Juampa lo describe distinto a los otros carnavales dominicanos, por ser muy ecológico, democrático y creativo. Los disfraces se elaboran con elementos de la naturaleza. Lo democrático se debe, explica, a que en Cotuí la gente se disfraza sin un patrón definido en el personaje.
No se imponen personajes de disfraces. El carnaval de La Vega lo califica de bastante caro, de una élite y lucrativo. Juampa es abogado, profesional de las leguas modernas, mención Francés y profesor universitario; se concibe, ante todo, como un folclorista. Tiene maestría en Francés, en formación integral, humana y religiosa. Coordina la cátedra de Literatura-Francés de la UASD y es docente de la Universidad Tecnológica del Cibao Oriental (UTESA). Ha participado en delegaciones en Latinoamérica, Europa y los Estados Unidos. Es diácono católico y padre de tres hijos. Quiso ser sacerdote en su adolescencia. Sus túnicas reverencian al hombre negro que es y al que le hace honor. Viste trajes africanos ancestrales, de vistosos colores. En sus conferencias da a conocer lo que somos como personas y su herencia cultural africana y haitiana.