Uno de los tres precios que tiene la economía es la tasa de interés que se paga por el uso del dinero. De un lado, la banca le paga al tenedor del dinero líquido por depositarlo en la entidad de intermediación financiera y, por el otro lado, el dinero prestado por la banca, paga una tasa por parte del usuario, la primera recibe el nombre de tasa de interés pasiva y la segunda, la activa.
La tasa de interés bancaria opera como una esponja que absorbe los efectos de los acontecimientos económicos y en ocasiones, hasta más allá de estos. En un modelo monetario, caracterizado en su formulación y conducción por un esquema de meta de inflación, la tasa de política monetaria o de referencia juega un papel fundamental, para el manejo del cumplimiento de la referida meta, para los agregados monetarios y, también, para la dinámica económica. Por ese fundamento, el Banco Central desde junio de 2023 inició un proceso de flexibilización en su postura monetaria -al entender que la tasa de inflación comenzaba el tránsito hacia el rango meta-, de ahí que, la tasa de política de referencia dio sus primeros pasos a la disminución.
Específicamente, a partir de junio del año 2023 el Banco Central redujo la tasa de política monetaria 50 puntos básicos, pasándola de un 8.80 % a un 8.0 %, posteriormente, al mes siguiente la disminuyó nueva vez, colocándola en un 7.75 %, luego en septiembre la llevó a un 7.50 %, en noviembre a un 7.25 %, más adelante, en diciembre y hasta la fecha continuo la reducción hasta situarse en un 7.0 %.
Paralelamente y como contraparte, la tasa de interés bancaria activa promedio ponderada, para junio del año pasado se cotizaba en un 12.41 %, incrementándose en los próximos dos meses al colocarse en un 14.31 % y cerrando el año en un 13.77 %, todas más alta que la del mes de junio. Desde el cierre del año 2023, la referida tasa de interés arrancó el año 2024 con subidas, siendo la de enero de un 14.75 % y la de febrero de un 15,18 % y la del promedio en lo que va hasta el 19 de marzo es de un 14.85 % y la de ese último día a un 14.75 %. Estos aumentos en la tasa de interés, sin lugar a dudas que influyeron en el pobre desempeño de la economía en el 2023, que apenas alcanzó un 2.4 %.
La descripción del comportamiento de la tasa de política monetaria y la de la tasa de interés activa de los bancos, muestran caminos distintos, mientras la primera transita a la baja, la segunda lo hace hacia el alza, como una relación inversa, cuando el efecto transmisión de la postura monetaria espera un vinculo en la misma dirección y no el opuesto.
El precio del dinero bancario para sus usuarios está hoy más caro que ayer, ha crecido 2.34 puntos porcentuales desde junio hasta el 19 de marzo, lo que significa, que han transcurrido 9 meses sin que la reducción de la tasa de referencia monetaria surta el efecto esperado de abaratar el precio del dinero, entonces, por qué no ha sido efectivo el traspaso esperado, si el nivel de la tasa de inflación en la economía dominicana se ha ido normalizando y ya se encuentra en el rango de la meta. Veamos algunos aspectos.
Para los ahorrantes del sistema de intermediación financiera local, la tasa de interés pasiva promedio ponderado se ha comportado dentro del rango de un mínimo de 8.08 % a un máximo de 9.66 %, niveles que hacen que la tasa de interés para los ahorrantes sea positiva, razón para que no sea una variable que presione a la demanda de dólares, pero resulta que el mercado cambiario no expresa ese condición, por el contrario, muestra cierto apetito, ante el hecho de que la depreciación monetaria de junio de 2023 al 21 de marzo del 2024 fue de un 7.33 %.
El alza en la cotización del dólar en el mercado spot dominicano, ha obligado a que el Banco Central intervenga el mercado cambiario en varias ocasiones, postura que ha hecho que las reservas internacionales netas a febrero del 2024 disminuyan, colocándose en US$ 14,163.8 millones, en cambio, para junio de 2023, fecha de referencia en el examen que realiza esta opinión, era de US$ 16,196.9 millones. El nivel de las reservas en la actualidad es el más bajo desde noviembre del año 2022. Este fenómeno parecería estar en la dirección opuesta al comportamiento de la tasa de interés, lo que puede sugerir que otros factores estén incidiendo en el indicado comportamiento cambiario.
Otra variable que puede explicar el nulo efecto traspaso de la disminución de la tasa de política monetaria sobre la tasa bancaria, es la alta concentración del sistema bancario, el que, al cierre del año 2023, unas 6 entidades de intermediación financiera acumulaban el alrededor de un 85.0 % de los activos del sistema.
Esta opinión no encontró evidencia que pueda respaldar que en el sistema financiero se esté produciendo un proceso de dolarización, tanto en los depósitos, como en los préstamos, al contrario, lo que hay evidencia es que se ha producido una disminución. Mientras los depósitos en dólares en el 2019 eran de un 31.2 % del total, en el 2023 fue de un 27.9 % y la cartera de préstamos de un 26.5 % frente a un 21.1 %.
Estas razones pueden ser parte de las principales causas por la que las tasas de interés bancaria continúen siendo muy alta en la economía dominicana y, además, que la postura monetaria no pueda exhibir éxito, ocasionando de alguna manera que la actividad económica sea más costosa.
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