El culto al tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina opacaba la meritoria labor de algunos de sus funcionarios. El 11 de abril de 1936, el presidente Trujillo nombró a Víctor Garrido secretario de Estado de Educación y Bellas Artes en sustitución del poeta Ramón Emilio Jiménez.
Una de las primeras medidas del recién nombrado fue la de ordenar la revisión de los variados planes y programas de estudios entonces vigentes y la incorporación de los mismos en solo tres niveles de enseñanza: primaria básico; primaria superior y secundario, este último, con dos modalidades: bachillerato y pedagógico.
Como consecuencia de esas y otras medidas, el programa de estudios de la enseñanza primaria básica, dirigido a niños que hubieran cumplidos los seis años de edad quedó subdividido en tres grados de dos cursos cada uno; y a los dos cursos primarios superiores se les agregaron los aprendizajes de unos que otros oficios.
También, bajo la dirección de Víctor Garrido fueron revisados los planes y programas de estudios del nivel secundario para niños y adolescentes que quedó en tres años de estudios comunes y uno de estudios especializados: Filosofía y Letras, Ciencias Físicas y Matemáticas, Ciencias Físicas y Naturales y Ciencias Pedagógicas.
Los cursos especializados en filosofía, matemáticas y ciencias naturales estuvieron dirigidos a la obtención del título de bachiller; en tanto que el especializado en ciencias pedagógicas al de Maestro Normal de Segunda Enseñanza.
Paralelamente al ordenamiento señalado en el párrafo anterior se implementó un programa de economía doméstica de cuatro años de duración para la formación de niñas y adolescentes en cuestiones del hogar.
Por medio de la Ordenanza No. 510-38 se reglamentó todo lo relacionado con los programas de estudios y el funcionamiento de las Escuelas de Comercio y se formuló un programa de estudios de tres años de duración conducente a la obtención del título de Tenedor de Libros, equivalente al de Contador Público.
Otras medidas de importancia implementadas durante la gestión de Víctor Garrido fueron: las distribuciones de las escuelas públicas de la ciudad capital; la designación de maestros las escuelas vocacionales. Incluida la de canto; la reglamentación de los exámenes; y la prohibición del uso de uniforme para el personal docente y administrativo de las escuelas públicas.
En ese periodo se llevó a cabo una reorganización administrativa de la Secretaría de Educación y Bellas Artes; también, se establecieron rigorosos controles en lo concerniente al empleo y uso del material gastable.
Víctor Garrido sustituyó a Ramón Emilio Jiménez en Educación en 1936
Ordenó la revisión de planes y programas de estudios vigentes
Un programa de economía doméstica también fue implementado