Dedicado a Pepín Corripio, amigo y gran estratega
En el artículo anterior vimos el debate como una herramienta fundamental para elaborar estrategias efectivas. Es preciso desmontar nuestras anteriores creencias a fines de elaborar argumentos válidos que tomen en cuenta todos los puntos relevantes.
El debate incentiva el compromiso y la empatía pues personas involucradas que se sienten escuchadas tienden a ser más comprometidas con lo que están haciendo que aquellas que no tienen otra alternativa que seguir órdenes. En esta ocasión expondremos cómo todos estamos sesgados hasta algún punto y qué hacer al respecto.
Todos podemos fallar a la hora de elaborar argumentos y todos estamos sujetos al sesgo de confirmación, que no es más que la tendencia a dar más peso a las evidencias que apoyen nuestras creencias preexistentes y menos pesos a aquellas que vayan en contra de las mismas.
Un sesgo es una tendencia o prejuicio hacia o en contra de una idea o una persona. La realidad es que todos estamos sesgados, aunque sea un poco sin saberlo. Los sesgos son un problema porque nos impiden ver la realidad de manera correcta y así pueden afectar nuestro proceso de toma de decisiones e impedirnos alcanzar nuestros objetivos.
Para un líder poder tomar decisiones efectivas, es necesario que esté totalmente consciente de la realidad y que sus sesgos no le impidan ver lo que está ocurriendo efectivamente de lo que él entiende que está ocurriendo en base a su experiencia.
De la misma manera en que nuestros sesgos afectan nuestras vidas a nivel personal, los líderes creadores de estrategia pueden tomar decisiones erradas basadas en argumentos preconcebidos o incompletos. Lamentablemente los sesgos no son tan fáciles de eliminar porque usualmente los desarrollamos desde temprana edad. Identificar cuándo estamos siendo guiados por preconcepciones o por evidencias es un reto.
El primer paso para eliminar los sesgos es reconocer que todos estamos sesgados. Luego debemos mantener una actitud abierta y de escucha a las ideas de los demás y finalmente no evitar los entornos y/o argumentos distintos a los nuestros.
Es necesario también enfocarnos en los hechos antes que en nuestras propias creencias y hacer un esfuerzo por darle el mismo peso a todas las evidencias existentes. Una evaluación sin ideas preconcebidas permitirá crear un argumento válido.
Hasta este punto hemos visto cómo el debate constructivo y la eliminación de los sesgos son elementos fundamentales para elaborar una estrategia adecuada.
El debate constructivo constituye uno de los tres pilares propuestos por MIT para elaborar una estrategia de éxito. En nuestro próximo artículo culminaremos con los dos puntos faltantes propuestos por MIT para elaborar una gran estrategia: La visualización iterativa y la formalización lógica.
El debate constructivo es uno de tres pilares propuestos MIT
Para eliminar los sesgos: reconocer que todos estamos sesgados
Podemos fallar a la hora de elaborar argumentos, sujetos al sesgo