La FAO cita claves para reducción de hambre RD

La FAO cita claves para reducción de hambre RD

El impacto de las políticas públicas focalizadas en los grupos más vulnerables y una mayor producción alimentaria fueron claves para que República Dominicana tuviera una importante reducción en los niveles de subalimentación (hambre) en el último año a pesar de la pandemia de covid-19.

La conclusión es de Rodrigo Castañeda, representante en el país de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Reciente en su informe anual: “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022”, la FAO reafirmó que la situación de hambre es sumamente grave a nivel mundial y regional.

El documento muestra que del total de personas con hambre a nivel mundial en 2021 (768 millones), América Latina y el Caribe concentra el 7,4 %, unos 56,5 millones de personas. Sin embargo, la República Dominicana reporta una prevalencia en subalimentación de 6,7% para el 2021, mientras que en el período anterior (2018-2020) esa cifra era de 8,3%.

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Esto se traduce en una reducción de 1,6 puntos porcentuales, lo cual es un logro significativo para el país ante la situación actual de crisis alimentaria mundial, comenta Castañeda.

“Pero, ¿por qué sucedió eso? La respuesta es, el impacto de las políticas públicas focalizadas en los grupos más vulnerables en sectores estratégicos”, afirma.

Explica que la subalimentación hace referencia al indicador del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2 sobre la disponibilidad de alimentos, y que mide la proporción de la población de un país con un nivel de consumo de energía alimentaria inferior a los requerimientos energéticos dietéticos. En el caso local es de 2.889 kilocalorías por persona al día.

Fórmula

En la República Dominicana, la población que no puede acceder a alimentos suficientes para cubrir sus demandas de energía, que les permita llevar una vida sana y activa durante un año, se redujo de 900 mil a 700 mil personas. Es decir, 200 mil familias escaparon del flagelo del hambre. “Dos ejes destacados en esta fórmula, el aumento de la disponibilidad de alimentos y los mecanismos de distribución y acceso a los alimentos”, subraya.

Expone que el sector agropecuario continuó operando y recibiendo asistencia directa del Estado Dominicano, logrando mantener estable la disponibilidad de alimentos esenciales a la dieta, y aumentos considerables en la producción de arroz, cebolla, batata, yuca, entre otros. “Lo anterior, acompañado por políticas crediticias del Banco Agrícola, facilitó que la producción nacional sobre el consumo se mantuviese por encima del 80%, tanto en 2020 como en 2021”, afirma Castañeda.

Otro elemento destacado fue el consumo per cápita de productos agropecuarios, que se incrementó en un 6% al comparar el trienio 2019 – 2021 respeto al 2016 – 2018, a pesar del impacto de la pandemia.

Además, un crecimiento sustancial en el consumo de huevos (30%); habichuelas y guandules (14%); y frutas (11%), lo que presenta una tendencia a la diversificación de la dieta dominicana.

Escuelas y Supérate

Castañeda agrega que por otro lado, la ampliación del desayuno escolar a un programa completo de alimentación, junto con la jornada extendida (desayuno, merienda y almuerzo), y la decisión del gobierno de continuar con el Programa de Alimentación Escolar, aún con el cierre de las aulas, contribuyó a una mejor distribución de los alimentos y permitió que los padres o tutores obtuviesen las raciones escolares para sus niños durante el momento más crítico del confinamiento.

Además, los programas de protección social que incorporaron nuevas familias al subsidio de alimentación para llegar a más 1,5 millones, incluyendo el incremento de la cantidad monetaria.

Otra crisis

Sin embargo, Castañeda advierte que actualmente hay otra crisis: el alza del costo de la vida. No podemos bajar la guardia. “La crisis alimentaria actual seguirá afectando a todos los países, así que hoy más que nunca debemos continuar trabajando de manera articulada. El riesgo de empeorar los niveles de obsesidad y sobrepeso es muy alto, a raíz del reemplazo de dietas saludables por dietas en base a alimentos ultra procesados”, alerta.

En este sentido, indica que el apoyo a la producción agrícola, así como también soporte financiero para los pequeños agricultores, otorgándoles asistencia técnica para la gestión financiera es necesario. Igualmente, iniciar la discusión sobre la Ley de Agricultura Familiar, para orientar políticas públicas y programas estatales.

“Estos resultados positivos, que muestra la reducción del indicador hambre del ODS2, nos confirma que el camino son los apoyos focalizados, así como también nos recuerda que el objetivo es la erradicación del Hambre en la República Dominicana”, concluye.