La fotografía periodística puede informar y encantar

La fotografía periodística puede informar y encantar

No solemos dedicar elogios a instituciones o personalidades por prurito, y así queremos seguir… Sin embargo, teniendo años observando y colaborando con APEC, cuyas siglas involucran acción, educación y cultura, debemos reconocer su espíritu de servicio, eficiencia y continuidad.

No solamente, estos méritos conciernen a la formación y las disciplinas profesionales, también favorecen y estimulan el arte, desde exposiciones, charlas, acogida a los críticos, hasta un concurso anual de periodismo fotográfico.

Las “imágenes” de este premio por supuesto ilustran la actualidad, incluyendo las desventuras, ¡sobre todo estas infortunadamente! Ahora bien, aquellos momentos visuales no dejan de destacarse estéticamente: nos parece que, este año, esta calidad fue un elemento notable.

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Para quienes aprecian especialmente la fotografía documental, y es el caso nuestro, las tomas que “fijan” un instante fuerte, una situación real sin puesta en escena, atraen, seducen y emocionan.

La Dirección de Arte y Comunicación en APEC -encabezada además por un artista, Carlos Sangiovanni –acaba de celebrar, nuevamente, un esperado certamen.

Las propuestas de 2023

No cabe duda de que, hoy, en la prensa, la “escritura fotográfica” –aparte de titulares especiales- llama y a menudo concentra nuestra atención, previamente a la lectura del texto cuando no la sustituye…

El concurso de periodismo fotográfico dominicano “reconoce” esta participación del público e invita a los comunicadores privilegiando la información visual, para que sometan obras ya publicadas, acompañadas de los datos fehacientes sobre fecha y procedencia mediática.

Tres premios, jerarquizados, y menciones de honor galardonan las fotografías que un jurado de tres personas, competentes en la materia, elige, después de mirar, examinar, valorarlas cuidadosamente, al estar presentadas con claridad.

No solamente, la cantidad de obras fue ahora un poco mayor, sino que, en su variedad, el conjunto demostró a la vez más coherencia en la percepción dramática, el impacto social, el mensaje para la reflexión.

Si, como siempre, la fotografía a color imperaba, no era elemento determinante. La construcción espacial, la identidad nacional, la intensidad impresionante, las circunstancias –susceptibles de llegar a lo universal-, se sumaron y compartieron frecuentemente.

Como siempre en este concurso, observaciones y argumentos expresados, a veces con pasión, contribuyeron a la premiación y concluyeron en un consenso muy grato.

Obras premiadas

Si ahora nos enfocamos en las obras premiadas, cada una ha sido objeto de una elección en dos grados.
Primero, el autor eligió entre sus obras recién publicadas, las que consideró más interesantes e informativas, transmitiendo también una mayor sensibilidad. Luego, por estas mismas razones pero a otro nivel de comparación –las fotos presentadas todas-, el jurado las ha elegido y distinguido.

A veces, una imagen llama inmediatamente la atención, que se repite y crece a las siguientes miradas… Fue el caso del “Puerto de Manzanillo”, por Jorge González Reyes. Obtuvo el Primer Premio. Verdadera obra de concurso –aun fuera del fotoperiodismo-, seduce por su construcción espacial, su luminosidad, y su concepto singular de mar y tierra. Tres planos y enfoques histórico-geográficos: la manada de chivos caminando, los botes de pescadores, los buques transatlánticos.

La emoción más fuerte y dolorosa brotó de la fotografía “ Ni aquí, ni allá”, por Ricardo Flete, Segundo Premio. Difícil sería obviar u olvidar la mirada valiente y desafiante de la niña agarrada de las rejas. Esta misma cuadrícula suma un simbolismo perturbador y una geometría que ritma el espacio.

Hermosa, contrastada e inofensiva aparentemente, la fotografía de Orlando Barria ganó el Tercer Premio. De hecho, “Guayacanes, botes de pescadores en una playa cubierta de sargazo” -¡título explicativo!- nos golpea con una tragedia ecológica.

¡Quedará en la memoria!

Tampoco nada complaciente hay en las imágenes, calificadas con Menciones, igualmente atribuidas a unanimidad. Las tres fotos – “El pequeño Damián” (Orlando Barria), “Lo que el fuego dejó” (Felix Ramón Lara), ”Más Muerto que vivo” (Danny Polanc) obligan a pensar y son portadoras de una realidad nacional dramática. Aquí, disfrutar significa cuestionar.

El Concurso de Periodismo Fotográfico APEC 2023, vivo testimonio del talento de nuestros reporteros fotográficos, sigue ejemplar y edificante. ¡Bravo por estimular una iconografía, sin sensacionalismo, que llena una función necesaria y demuestra el dominio de la actualidad con una dimensión social, a la par con un oficio exigente!

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