La íntima relación entre economía y psicología

La íntima relación entre economía y psicología

Fernando Álvarez Bogaert.

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A Mercedes y Siegfried

Ya vimos en la entrega anterior, cómo la economía del comportamiento se ha enfocado en entender la toma de decisiones, y las categorías generales que impactan en el proceso de elección. Sin embargo, como se trata de comportamientos irracionales de los individuos, no se puede conocer, a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias y así prevalece la incertidumbre.

Esto se puede observar con la crisis en Ucrania, en donde el raciocinio indicaría que Putin no iba a entrar en un conflicto bélico, de esta naturaleza, sin embargo, su posición ultra nacionalista y la convicción de “proteger” a la Madre Rusia, hizo que las actuaciones fueran totalmente irracionales.

The Russel Sage Foundation realizó una recopilación de los principios fundamentales de la economía conductual. El primer principio es el exceso de confianza: tener demasiada confianza en las propias habilidades puede llevar a toman decisiones irracionales. Ejemplo, Putin estaba convencido que Ucrania se rendiría en corto tiempo y que todo se solucionaría rápido, pero no contó la resistencia y el gran apoyo recibido por Occidente.

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Daniel Kahneman y Amos Tversky identificaron la teoría de aversión a la pérdida, la cual expone que la mayor parte de las personas prefieren no ganar nada si tiene que arriesgarse a perder un poco.

Otro principio es que las personas valoran información que sea fácil de recordar sin investigar datos reales a la hora de calcular probabilidades. Ejemplo: Rusia, para contener la fuga de capitales, prefirió mantener su Bolsa de Valores cerrada por varias semanas, durante esta crisis.

Otro concepto es, que normalmente se prefieren los beneficios a corto plazo antes que a largo. Este principio explica que las personas prefieren tener algo hoy a esperar mañana, aunque el valor actual sea inferior.

Thaler, Premio Nobel de economía, identificó el principio de la falacia del costo hundido, que se da cuando las personas toman decisiones en base a la inversión realizada anteriormente.

Otro concepto es que las personas contabilizan el dinero mentalmente dependiendo del contexto en que se encuentren.
Un ejemplo de esto es que somos propensos a gastar más dinero si usamos tarjeta de débito o crédito a si tenemos el dinero en efectivo.

Otro concepto es la falacia del costo irrecuperable que es la idea de mantenerse en una situación de desventaja porque ya se ha invertido mucho, aunque signifique seguir perdiendo. Ejemplo: es el caso de Putin en la guerra de Ucrania.

Finalmente, un principio que es muy valorado en la teoría económica es el sesgo cognitivo. Este se basa en que los seres humanos tienden a darle más peso a la información que ya conocen que a los datos reales.

La economía conductual ha hecho grandes avances a la hora de entender el comportamiento humano y las decisiones.
Estos principios son de gran utilidad, y cabe preguntarnos: ¿ahora qué se está haciendo con este tipo de información?
En nuestro próximo artículo estaremos culminando con este último punto.

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Investigadora: Julissa Lluberes

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