(2/4) A Pepín Corripio, amigo entrañable de casi cinco décadas.
La necesaria transformación hacia una nación empoderada. En el artículo anterior, tratamos sobre los principales efectos que está teniendo, hoy día, la pandemia y su nueva variante: Ómicron. En este trataremos sobre los efectos que ha llevado a una inflación generalizada, exportada y sin precedentes.
En los casi dos años de duración, la pandemia trastocó los mercados laborales, provocando una escasez mundial de trabajadores necesarios para producir materias primas y trasladar los bienes desde las fábricas a los consumidores.
Con las crisis de la cadena de suministro y de los contenedores, los precios finales de los “commodities” han aumentado significativamente, produciendo, en consecuencia, un aumento de los precios al consumo final, lo que ha supuesto, solo en EEUU la mayor subida anual desde 1990 y una nueva señal de que la inflación podría seguir siendo incómodamente alta hasta bien entrado este año. Los miles de millones de dólares de ayuda por la pandemia de los gobiernos de todo el mundo alimentaron la demanda de bienes, dejando las cadenas de suministro sobrecargadas.
En la Reserva Federal se discute cuándo deberían aumentar las tasas de interés: antes o después que se reduzcan las compras mensuales de activos financieros, proceso que se iniciará en julio del 2022. «Las interrupciones de la oferta y la recuperación de los servicios plantean la preocupación sustancial de que una inflación superior a la prevista pueda persistir durante más tiempo del que cree la Fed«, dijo Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo.
Según datos ofrecidos por Drewry Shipping, firma que monitoriza los precios de los fletes marítimos a nivel global, el costo de enviar un contenedor de unos 12 metros (40 pies) en ocho de las principales rutas Este-Oeste llegó a US$9,613, un aumento de 360% comparado con el valor de hace un año.
Esta combinación de elementos ha hecho que muchas empresas de Estados Unidos replanteen sus posiciones y cambien su estructura comercial de “Just In” que por la globalización y la gran fluidez de las mercancías, las empresas habían optado por no tener un alto inventario reservado, ya que la reposición era ágil y relativamente económica, sin embargo, con la crisis actual se han visto desabastecidos y consideran que ya es hora de volver a tener inventarios suficientes y no depender tanto de otras naciones, en especial China.
Las exportaciones de China aumentaron un 27,1% en octubre del 2021. El país asiático registró un superávit de comercio exterior de USD 84.5 mil millones el mes pasado, gracias al fuerte aumento del comercio de sus productos en el exterior. Sin embargo, la creación de empleo en China es bastante estable, lo que genera un consumo interno mayor.
En las próximas entregas trataremos el proceso de desglobalización, liderado por China (su situación interna y las decisiones que ya tomadas en cuanto a las multinacionales, preocupa sobremanera) y Estados Unidos, las oportunidades y avances tecnológicos y los desafíos y oportunidades para el país.