La nueva gramática de la lengua española

La nueva gramática de la lengua española

Uno de los capítulos más espinosos y a la vez despachado con la mayor sencillez es el uso correcto del gerundio,  se expresa en todas las gramáticas como una forma verbal que termina en ando/endo y a usarlo se ha dicho.

Sin embargo, desde que uno aborda su definición y las reglas que preceden a su uso correcto, nos encontramos con un nudo de dificultades. Si todo se redujera al uso de la terminación verbal ando/endo, los usuarios del idioma estarían felices.

Las dificultades comienzan cuando se examina el funcionamiento del gerundio. Es un adverbio, y como tal, la primera regla es que debe ir siempre antepuesto o pospuesto al verbo que modifica. La definición del gerundio no extraña problema, ni las formas que presenta. Juan Luis Onieva Morales (Curso superior de redacción. Madrid: Verbum, 1995) es uno de los mejores tratadistas del gerundio: “El gerundio es una de las tres formas no personales del verbo. Puede presentar dos formas: una simple (saltando) y otra compuesta (habiendo saltado) (p. 180).

El autor ofrece un primer ejemplo de gerundio simple: El político saludaba a todos los presentes sonriendo. Y otro de gerundio compuesto: Habiendo concluido el plazo, no posee validez tu solicitud.

Ahora bien, dice Onieva que el gerundio puede usarse para “expresar una acción simultánea a la del verbo principal”: (Me canso conduciendo) o anterior a ella: (Habiéndose quitado la cadena de oro, se la entregó al asaltante.”

El problema para el usuario común comienza con la abstracción de saber qué es una “acción simultánea a la del verbo principal” y qué es una acción “anterior” a la del verbo principal. La interiorización de esa primera regla le permitirá al usuario (con suerte) producir oraciones con gerundios correctos. Pero viene una segunda regla, todavía más abstracta: “se considera incorrecto e inelegante el empleo del gerundio para indicar una acción posterior a la del verbo principal”. Un ejemplo: “*Se marchó a Francia durante la guerra, muriendo unos años después.”

¿Dónde están lo incorrecto y la falta de elegancia? Lo incorrecto está en que la acción del gerundio es posterior a la acción de marcharse. Y la falta de elegancia reside en que ese gerundio es más presente que pasado y su uso en esa frase produce un contrasentido o confusión. Como el gerundio es una acción de corta duración, nadie puede estar muriéndose años después.  Y además, dice Onieva que “el gerundio no debe usarse para expresar una acción posterior a la del verbo” porque “se trata de acciones coordinadas y no coincidentes, que se deben expresar mejor mediante conjunciones coordinantes.” ¿Cómo expresar mejor el ejemplo de arriba? Así: “Se marchó a Francia durante la guerra y murió años después”.

¿Cuántas funciones puede desempeñar el gerundio?  Según Onieva, cuatro. La primera: “constituir el núcleo del predicado de proposiciones subordinadas adverbiales”. Ejemplo: Habiendo salido el profesor, todos los alumnos comenzaron a hablar.

La segunda: “formar parte de una perífrasis verbal”. Ejemplo: Cada año voy aprendiendo más.

La tercera: “Modificar al verbo como un adverbio de modo, ya que el gerundio es un adverbio verbal. Ejemplo: María, vístete corriendo. Frase que es igual a: María, vístete rápidamente.

Y cuarta: “Complementar a un sustantivo de la proposición principal para explicar algo de él, tomándolo como sujeto”. Ejemplo: El jugador, sintiéndose muy cansado, pidió el cambio. Otro ejemplo de Onieva: Encontraron al enfermo tosiendo en su cama.

1. Una última regla de Onieva: El gerundio no debe usarse nunca como un adjetivo calificativo del sustantivo: “*Se necesita secretaria hablando inglés). Lo correcto es : “Se necesita secretaria que hable inglés:

¿Por qué?  Porque el gerundio es un adverbio, no un adjetivo.

Recapitulando:

2. Gerundio simple con aspecto no durativo. A este propósito, dice Onieva: “el gerundio simple expresa una acción durativa e imperfecta en coincidencia con la del verbo principal. La incorrección se comete cuando se usa este gerundio en otro tiempo que el del verbo de la proposición principal.”

Estas son las mismas razones por las que no es ni correcto ni elegante decir o escribir frases parecidas a: Se marchó a Francia durante la guerra, muriendo unos años después.

Ejemplo último de frase incorrecta: *Teniendo yo dieciocho años, ingresé en el ejército. Ejemplo de la frase correcta: Cuando tenía dieciocho años ingresé en el ejército.

En la próxima entrega veremos la posición de la Real Academia Española sobre este asunto del gerundio.

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