La simplificación de los trámites digitales, un derecho de todos

La simplificación de los trámites digitales, un derecho de todos

Nicole Mateo

Por: Nicole Mateo
Algunas personas solemos afirmar que somos amantes de lo que contribuye a que vivamos una vida más tranquila y menos complicada, sin embargo, simultáneamente jugamos con los ritualismos jurídicos del pasado y con trámites engorrosos que se convierten en eternos. 

La simplificación (en sentido llano) procura que todo sea más sencillo para los ciudadanos (sin dejar de ser eficaz y oportuno, porque con la simplificación no se debe perder la rigurosidad que caracteriza a los procesos judiciales y administrativos).

Pero, hay que reconocer que no es coincidencia o peccata minuta la célebre frase “nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”, frase que no deja de tener presencia en los escenarios virtuales (con la realización de diversos trámites a través de las plataformas digitales empleadas por las instituciones públicas, en beneficio de la celeridad, de la eficiencia de los procesos y de la población).

Le puede interesar: Estafas con emails son por mucho el ciberdelito más costoso

Por eso es por lo que, el servicio público o, mejor dicho, la vocación de ser verdaderamente servidores públicos trasciende el plano físico y unifica fronteras, puesto que también debe manifestarse dentro del espacio virtual. De hecho, la Ley 1-12 sobre Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 propone siete políticas transversales a todos los
proyectos que se realicen en pro del desarrollo del país. Una de esas políticas trata sobre:

“Promover el uso de las tecnologías de la información y comunicación como instrumento para mejorar la gestión pública y fomentar una cultura de transparencia y acceso a la información, mediante la eficientización de los
procesos de provisión de servicios públicos y la facilitación del acceso a los mismos”.


Asimismo, la Ley No. 107-13 sobre los Derechos de las Personas en sus Relaciones con la Administración y de Procedimiento Administrativo, en su primer artículo, párrafo único, que trata sobre el objeto, indica que “la ley contiene además medidas de modernización administrativa y simplificación burocrática (…)”. En esa misma línea,
dicha ley incluye el principio de facilitación (como uno de sus principios pilares), el cual establece que:

“Las personas encontrarán siempre en la Administración las mayores facilidades para la tramitación de los asuntos que les afecten, especialmente en lo referente a conocer al funcionario responsable, a obtener copia sellada de las solicitudes, a conocer el estado de tramitación, a enviar, si fuera el caso, el procedimiento al órgano competente, a ser oído y a formular alegaciones o a la referencia a los recursos susceptibles de interposición”.

Por consiguiente, ya vemos que desde el Estado dominicano se ha establecido como prioridad no solo promover el acceso a las nuevas tecnologías (que no se concretiza pura y simplemente con la habilitación de plataformas digitales para los usuarios), sino y al mismo tiempo, la reducción de trámites que solo aumentan la burocracia estatal y retardan el avance de los procesos judiciales y administrativos.

No hacemos nada al crear programas y políticas públicas tendentes a garantizar la modernización de las instituciones públicas (mediante el uso de las nuevas tecnologías), si el Estado continúa replicando viejas prácticas dilatorias y poco eficientes en términos de avances institucionales y tecnológicos. Con la simplificación de los trámites digitales ganamos todos. En definitiva, la simplificación de los trámites digitales es un derecho de todos.

Puede leer también: RD debe estar en alerta alta de riesgos cibernéticos, afirma experto en seguridad