Dedicado a nuestros padres y maestros, forjadores de generaciones. (3/3)
Las entregas anteriores han permitido abordar las principales ventajas y desventajas en el uso de la tecnología y las redes sociales en niños (as) y adolescentes. Esta tercera entrega brinda una mirada en perspectiva al futuro de la temática en cuestión y soluciones posibles a situaciones no deseadas en ella.
Y en un escenario tecnológico disruptivo, ¿qué hacer?
El rediseño de los sistemas educativos, preparando a los estudiantes de manera integral, cambiando el enfoque actual por otro que implique un resultado final fruto del arduo proceso de aprendizaje e investigación, involucramiento e interactuación del estudiante; enseñando la búsqueda de información adecuada e interpretación crítica. En un mundo ideal, la herramienta virtual no sustituye a los profesores ni los materiales, sino que los complementa.
Puede leer: La tecnología y las redes sociales: bajo la lupa de la educación académica y familiar
En todo el proceso reorientador del niño (a) y adolescente en el uso de la tecnología y las redes sociales, existen protagonistas inocultables: los padres. Ellos tienen el papel preponderante, son los guardianes de sus hijos en el proceso de aprendizaje y ante los riesgos que implican las nuevas herramientas modificadoras de conductas y actuaciones; los padres deben utilizar el control parental, exponiendo reglas en cuanto-cuándo-cómo usar el internet; priorizar la vida académica y conociendo los compañeros físicos y virtuales de los hijos.
American Academy of Pediatrics (2018) propone fijar límites, acompañar a los hijos en tiempo de pantalla, ser ejemplo de buenos modales en línea, crear espacios libres de tecnología, determinar aplicaciones que usan sus hijos, conversar sobre la importancia de la privacidad y riesgos de ciberacoso-ciberseguridad.
Los padres deberán orientar sus hijos en el uso responsable de la tecnología, mostrarles no solo las buenas formas de aprovechar las tecnologías, sino también, los riesgos; enseñarles los tipos de informaciones privadas y como desconectarse de la virtualidad.
Es clave la franca comunicación en los círculos familiares en torno a temas fundamentales como: privacidad, valores y confianza; Los padres deben garantizar, además, el ocio de sus hijos en actividades al aire libre y logrando la desconexión de los dispositivos electrónicos e integrándolos en círculos sociales sanos donde puedan desarrollar su autoestima.
Los padres deben estar pendientes de las modificaciones en el comportamiento y la salud emocional de los hijos para percatarse de cualquier cambio preocupante.
Para concluir, es preciso que los padres desarrollen habilidades que les permitan entender las tecnologías y las redes sociales, tratando con esto de gestionar su adecuado uso por parte de niños (as) y adolescentes, además, orientarlos y apoyarlos de manera que puedan protegerlos en su convivencia en un mundo hiperconectado. Acentuamos el hogar como lugar por excelencia donde nuestros hijos se sientan confiados, forjando los fundamentos de la vida humana, dictando así las pautas para su crecimiento y desarrollo humano en todos los ámbitos, entonces estaremos estableciendo la diferencia que ha de contribuir en la construcción de un promisorio futuro para nuestros hijos.
Investigadora asociada:
Julissa Lluberes