POR DOMINGO ABREU COLLADO
(2 de 5)
Así como cambia el relieve en la República Dominicana cambia también en las demás islas del Caribe. Naturalmente, se trata de cambios relativos a las diferentes extensiones que presentan cada una de éstas.
Los análisis de cambios en islas como Cuba, en el Curso-Taller Cartografía de Riesgos Naturales por Movimientos de Laderas y Taludes, fueron presentados por los doctores Rafael Guardado y Yuri Almaguer Carmenates. Uno de sus trabajos, «Evaluación de las Susceptibilidad a Deslizamientos en Cortezas Lateríticas en el Territorio de Moa, Cuba», presentado por el doctor Carmenates, tuvo por objetivo, como el mismo expuso, «evaluar la susceptibilidad del medio frente a la ocurrencia de deslizamientos», principalmente los ocurridos en la región de Moa.
Con esa visión, «se confeccionó un inventario de todos los deslizamientos ocurridos en la zona de estudio determinando en cada caso las dimensiones, tipología y mecanismos de rotura, además se analizaron los factores condicionantes de las inestabilidades en las cortezas lateríticas como son la litología, tectónicas, condiciones hidrogeológicas, uso de suelo y las características geotécnicas del terreno».
La recurrencia a mapas en escala 1:2000, en el trabajo del doctor Carmenates, fue fundamental para la determinación de los niveles de susceptibilidad, valorando cada factor dentro del sistema y obteniendo así un mapa final (de susceptibilidad) con cuatro grados: muy alta, alta, media y baja.
La región de Moa fue seleccionada por Yuri Almaguer por poseer ésta un mayor desarrollo de movimientos de masas en taludes y laderas que muchas otras regiones de Cuba. Su elección no fue solamente como modelo fenoménico, sino previendo la toma de medidas para la corrección y estabilización de las áreas que han resultado afectadas por esos movimientos.
Esta región se localiza en el extremo oriental de la provincia de Holguín, Cuba, limitando con el municipio Yateras, el municipio Baracoa y los municipios Sagua de Tánamo y Frank País. Es predominantemente montañoso, siendo su parte sur la más accidentada.
Entre los objetivos específicos del estudio desarrollado por Yuri Almaguer estuvo la caracterización de la litología, tectónica, condiciones hidrogeológicas, uso del suelo y condiciones geotécnicas, además de valorar su influencia sobre el desarrollo de los movimientos de masas.
La investigación desarrollada demandó la confección de un mapa de inventario de los deslizamientos ocurridos en el área de estudio, lo que permitió la valoración de los diferentes factores condicionantes de las inestabilidades detectadas. Se estudió un total de 20 deslizamientos, ocupando un área de 0.8668 kilómetros cuadrados, equivalente el 8.84% de la totalidad de la zona trabajada.
Una cuestión de terminologías
En otro trabajo, el doctor Yuri Almaguer Carmenates entró en la discusión sobre las nomenclaturas utilizadas para el manejo y comunicación relacionados con los efectos provocados por los deslizamientos.
Para el doctor Almaguer Carmenates, el término «desastre natural» no es el más apropiado para comprender el fenómeno, sensibilizar a las comunidades afectadas o en riesgo, e integrar a los actores con los que se cuenta para una efectiva gestión del riesgo y la aplicación de una política preventiva.
Según el especialista, «los llamados desastres ocurren sobre todo en zonas pobladas y afectan a sitios vulnerables que han sido ocupados por una sociedad para su residencia u otros fines.
Según la observación de especialista cubano, la localización de las actividades humanas compete a las personas y a sus formas de organización, por lo tanto, que se produzca un desastre no depende solo de la naturaleza, sino también de la decisión de instalar un asentamiento o actividad humana sin tomar en consideración las amenazas existentes y las vulnerabilidades que se desarrollan, variables que constituyen una situación de riesgo potencial».
En ese mismo sentido, Almaguer se refirió al significado del término «desastre» muy utilizado para nombrar las consecuencias que se presentan frente a movimientos de laderas cuando hay presencia humana.
Al referirse a la definición del término «desastre», pasó a utilizar una cita: «resultado de la manifestación de un fenómeno de origen natural, socionatural o antrópico que, al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en una población, causa alteraciones intensas, graves y extendidas en la estabilidad y condiciones de vida de la comunidad afectada. El daño de un desastre obedece a que el sistema y sus elementos no están en capacidad de protegerse de la fuerza amenazante o de recuperarse de sus efectos» (Lavell, 2003).
Alerta por las ballenas
Lo siguiente es un segmento de una información y un alerta que nos suministra Roberto Llerena, documentalista de la naturaleza, especialista en temas marinos.
«La cantidad aproximada de ballenas jorobadas que visitan nuestras aguas desde este mes de diciembre hasta abril es de 17,500 individuos (datos aproximados)
La cantidad de ballenatos nacidos en la temporada del año que casi termina 2006, fue de aproximadamente 850. Estos datos comprenden a todo el Santuario de Mamíferos Marinos de la República Dominicana, el mismo abarca; El Banco de la Plata, la Bahía de Samaná y el Banco de la Navidad.
«El grave problema es el de las lanchas rápidas y súper rápidas, que llevan a los turistas. Estas embarcaciones vuelan literalmente sobre el agua, en temeraria competencia con otras embarcaciones hacia la primera ballena que ven y de esta manera ponen en serio peligro a los recién nacidos, con el molesto estrés que añaden a las madres que tienen un vínculo extraordinario con sus crías.
«Estamos de acuerdo en que se mantenga la prohibición de bucear con tanque entre las ballenas, salvo excepciones controladas y bien justificadas, pero de igual manera que se restrinja la velocidad y el desorden de las «Voladoras» que se pelean a los pasajeros en su loca carrera por llegar primero, donde…. Una ballena y su crío nadan en paz en sus aguas de siempre, donde ellos tienen más derecho que nosotros.
«Si se respetan de manera celosa, inteligente y estricta estas normas, la observación de ballenas seguirá siendo un próspero y sano negocio para las comunidades de Samaná y el país prosperará como Centro de Turismo del Caribe, pero por otro lado si se permite la anarquía en este santuario, las ballenas dejarán de venir todos los años y habremos dado un último golpe a la especie que hoy en día nos llena de orgullo recibir en Samaná».
Otros términos relacionados con los desastres
Dentro de la exposición del profesor Omar Márquez, de Venezuela, se tocó también el tema de las nomenclaturas, enfocándose algunas terminologías como sigue.
PELIGRO
Se usa para definir un fenómeno potencialmente peligroso, como por ejemplo un deslizamiento.
AMENAZA
Se refiere a la probabilidad de que ocurra un fenómeno potencialmente peligroso. Debido a la diferencia netamente circunstancial entre peligro y amenaza, se tomará este último término como suficiente para abarcar el evento por sí solo y la probabilidad de su ocurrencia.
RIESGO
Para efectos de la ingeniería, abarca las pérdidas esperadas en vidas humanas, propiedades y actividades económicas causadas por un fenómeno en particular. También se define como expectativa de pérdida debido a la ocurrencia de una amenaza. Con base en cálculos matemáticos, el riesgo es el producto entre la amenaza y la vulnerabilidad.
VULNERABILIDAD
Para los efectos de la ingeniería, es una función matemática definida según el grado de pérdida de un elemento determinado en riesgo o en un conjunto de tales elementos, que se espera resulte del impacto de las amenazas de un desastre de magnitud determinada. Es específico de un tipo especial de estructura y se expresa en una escala del 0 al 1 (cero daño a daño total).
ANALISIS DE RIESGO
Uso de la información disponible para estimar el riesgo para individuos, poblaciones, propiedades o ambiente.
ESTIMACION DE RIESGO
Proceso para producir una medida del nivel de riesgo de personas, propiedades o ambiente que está siendo analizado.
EVALUACION DE RIESGO
Proceso para determinar el impacto de un acontecimiento en una sociedad, con la necesidad de tomar medidas de emergencia inmediatas para salvar y mantener la vida de los sobrevivientes y las posibilidades de acelerar la recuperación.