La UASD, el Movimiento Renovador y las luchas intergrupales

La UASD, el Movimiento Renovador y las luchas intergrupales

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Segunda parte..
1. Antes de proseguir con el segundo bloque del libro de Del Pilar Sánchez, o sea el Movimiento Renovador, hay que trazar la línea gruesa de colaboración entre la FED y la UER en ese período. A principio de 1962, la UER estaba muy dispersa y solamente la unía en todos los liceos del país la lucha en contra del trujillismo representado por Balaguer y Consejo de Estado y luego la lucha contra los cívicos que instrumetalizaron a todo el mundo y se quedaron con el Poder.

Fue entonces para combatir esa dispersión que Leonte Brea, verdadero líder de la UER, propuso en una reunión fecha y hora para elegir el comité central y dejar para el comité del Distrito Nacional al líder natural Freddy Infante, que entonces trabajaba en la Aduana, para que con los más aguerridos formara el referido comité. Pero antes de eso, las acciones de la UER se redujeron a apoyar las consignas de la FED y esa es la razón que explica que en todas las movilizaciones estudiantiles y de los sindicatos emparentados con los partidos de oposición, la UER enviara a sus representantes.

Eso es lo que explica también en el libro de Del Pilar Sánchez la presencia de Julio César Defilló Suazo en la manifestación estudiantil de la UASD donde hubo tiroteo y pedradas y que a él se les pegaran unos cuantos perdigones y hubiese necesidad de internarle en el antiguo hospital Marión, nombrado luego Lithgow Ceara por el Consejo de Estado de Bonnelly.

La representación de la UER era exigua por la siguiente razón. Los estudiantes de los liceos matutinos debían asistir a sus planteles y la mayoría de los disturbios en la UASD comenzaban en la mañana y podían extenderse hasta bien entrada la tarde. La mayoría de los estudiantes de los liceos nocturnos trabajaban en el sector público o en el privado, razón por la que no podían desplazarse a esas manifestaciones en la UASD y en los sindicatos en lucha. Quienes eran enviados eran jóvenes de clase media o pobre que no trabajaban y podían disponer de su tiempo.

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Luego de constituido el comité central de la UER, la primera vez que constaté la ligazón con la FED sucedió cuando la mayoría de ese comité central fue a una oficinita que tenía la FED en el edificio Baquero y Leonte nos invitó a escuchar una charla de Asdrúbal Domínguez y Cayetano Rodríguez del Prado, quienes acababan de regresar de un viaje a la Unión Soviética invitados a un congreso estudiantil internacional. Allí se recreció la admiración que los miembros de la UER sentían por el liderazgo de Domínguez en la FED y de Rodríguez del Prado en su lucha por destrujillizar a la UASD.

Hay otro aspecto que debo señalar con respecto a la lucha de la UER: en aquel período todo era corto y provisional. Los hechos se sucedían a una velocidad pasmosa. Mi accionar en la UER fue de 1962 a 1964.

Para este último año salió la promoción de bachilleres y muchos nos inscribimos en la UASD donde ya no éramos de la UER, sino de Fragua o de oros grupos estudiantiles. En mi caso particular, yo trabajaba hasta la 13h00 en el Correo; y desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche estaba en las aulas de la Escuela de Periodismo, ubicada en el cuarto piso de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, donde esta unidad fue a caer luego del proceso de departamentalización. Fue años después que volvió a la Facultad de Humanidades.

En el caso del liderazgo de Leonte en la UER, que fue sustituido por el del Chino Bujosa, se debió a esas mismas circunstancias. Leonte se graduó de bachiller y entró a estudiar sicología en la UASD, y luego se marchó a México.

Pero antes estuvo en La Habana, y después de la Revolución de Abril, fue que pudo regresar. Hay que observar lo siguiente: para quienes fueron dirigentes de la UER no era fácil insertarse en el liderazgo de la FED, el cual ya estaba establecido en todas las escuelas o departamentos y no se trataba de una lucha por desplazar a unos compañeros por otros. Había que comenzar desde cero, es decir, por delegado al consejo de la escuela o departamento e ir escalando poco a poco, si se tenía carisma y méritos.

Muy pocos alcanzaban esos valores y se resignaban con graduarse e ir por el mundo en busca de la vida. Cuando desaparecían los liderazgos fogueados en la UER, las organizaciones políticas a las que estaba afiliado el dirigente, le pedía que no se graduara y que siguiera como estudiante con el fin de dirigir la UER, porque o su combatividad descendía o corría el riesgo de desaparecer. Eso explica los largos períodos de dirigencia del Chino Bujosa y otros en la UER.

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§ 2. El 1965, fue un año universitario perdido debido a la guerra. Después de la firma de los acuerdos con los yanquis, se trató de normalizar la vida universitaria, pero fue imposible. Fue en 1966 con el Movimiento Renovador que se volvió a las aulas, luego del triunfo del Plan Cayetano que purgó de profesores considerados trujilllisas, y peor aún, que mantuvieron un silencio y una pasividad frente al invasor extranjero. Desde esa época se oye el mismo lamento que con las migraciones de la crema y nata de la intelectualidad colonial que salió del país cuando ocurrió cesión a Francia de la parte Este de la isla. Y que por eso somos tan pobres económica y culturalmente.

Lo mismo dice la gente conservadora: cuando se fue la crema y la nata del profesorado de la UASD y fundó en 1966 la UNPHU, la UASD entró en un declive intelectual del cual no ha podido salir hasta ahora, porque la política de los partidos se apoderó de la institución.

Se trata de una falacia que el estado de situación de la educación de las universidades del país desmiente y la caída en picada de la preparación del profesorado que imparte clases en las escuelas públicas es responsabilidad del Ministerio de Educación.

Los medidores de calidad en materia educativa, localizados en el extranjero, nos colocan en uno de los últimos lugares de la escala, pero no se burlen, que en igual situación se encuentra hoy la escuela pública en Europa y los Estados Unidos. Y no se diga más de las universidades criollas que gradúan a miles de profesores en los llamados Departamentos o Escuelas de Educación. Y el caso se agrava más cuando estos egresados dominicanos se inscriben en los cursos de Maestría o Doctorado a distancia en una de las tantas universidades extranjeras, sobre todo españolas, que resuelven con esto el excedente de profesores universitarios que el sistema público es incapaz de emplear.

§ 3. El Centro Universitario de Estudios Generales (CUEG), luego convertido en Colegio Universitario (CU), fue la gran obra maestra del Movimiento Renovador. Su misión era nivelar a todos los bachilleres que entraban a cursar una carrera. Era evidente el desequilibrio de saberes entre los bachilleres de los colegios y los mejores liceos de la Capital y los del interior.

Pero el CU fue atacado por los grupos estudiantiles populistas que lo encontraron muy riguroso para unos estudiantes del interior que apenas gagueaban. Y lograron su objetivo con un sinnúmero de bajaderos hasta hacerlo inoperante. No hice el CU, pues para los bachilleres que ingresaban a periodismo, no era obligatorio. Pero vi el programa y me pareció excelente. Todos los estudiantes hablaban el mismo “idioma” al salir del CU.

Síntesis

4.El otro entuerto que significó el hundimiento de la UASD en la política de los partidos universitarios que hicieron de ese centro superior de estudios su modus vivendi fue la aprobación del 33 % de la representación estudiantil en todas las instancias de poder del cogobierno universitario. Con este porcentaje y el de Asodemu, los profesores quedaron atrapados y a merced de los grupos estudiantiles que, en cada escuela o departamento, imponían, aliado a su grupo partidario, la política y los candidatos a monitores, ayudantes de profesores, profesores, directores, decanos y vicedecanos, rectores y vicerrectores. Hubo de pasar muchos años antes de que esta situación se revirtiera.

Sucedió luego del derrumbe de los países socialistas de Europa con la caída del muro de Berlín y el ascenso al poder de Gorbachov. Al rato, tanto estudiantes como profesores comenzaron a aprender una nueva jerga internacional impuesta por el neoliberalismo y la globalización y su cultura frívola.

Es en ese interregno cuando surge la candidatura del ingeniero Miguel Rosado Montes de Oca quien, en su programa de gobierno, proponía reducir a 3, y finalmente quedó en 5 %, el poder de los estudiantes en los cogobiernos universitarios. Por fin, los profesores se dieron cuenta de que no podían ser gobernados por estudiantes y partidos políticos enquistados en la UASD. Pero ya el daño estaba hecho y era muy tarde para convertir a la UASD en una verdadera institución de educación superior.

Ella funciona hoy como una agencia de empleo cuya movilidad social provee estabilidad política al Gobierno y a ella misma, sin que se vuelva a las manifestaciones bestiales y al desorden interno que imperaba en la época de los Pin Montás, Salvador Uribe Montás, Cayetano Rodríguez del Prado, y los beligerantes Feflas, Uner y cuantos grupos o grupúsculos de izquierda hicieron de la UASD su modus vivendi o cuando un rector no gustaba y se le obligada a renunciar o, en su defecto, un militante del Pacoredo como Melvin Mathews se daba el lujo, para protestar, de vaciarle un saco de arroz encima del escritorio del rector Aybar Nicolás.

Atrás quedaron aquellos tiempos violentos impuestos por las ideologías políticas de los socialismos ruso, chino, cubano, albanés, coreano, etc., o la lucha entre foquistas y antifoquistas. Hoy todo el mundo habla la jerga del neoliberalismo y la globalización y la lucha en la UASD entre profesores no es en favor o en contra de aquellas ideologías, sino por los cargos públicos que más dinero dejan durante cuatro años.

Renovación de las élites porque ya no es tan fácil reproducirse en el poder. Tienen que brindar algún logo en los 4 años que dura la canonjía, si no quedan rezagados a la posición de lo que eran antes de ocupar el cargo: simples profesores obligados a pujar entonces por 40 horas de clases a la semana, pues no saben investigar.

(Continuará…)

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