En pocos días inicia la primavera y como cada año acaban de realizarse las “Dos Sesiones”, momento máximo del modelo de la sociedad CHINA. La población se pone al tanto de las decisiones y definiciones que se derivarán y el derrotero que marcarán la marcha hacia una sociedad socialista moderna.

Del 4 al 11 de marzo sesionaron los dos órganos más importantes del país: la Asamblea Popular Nacional -APN- y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino -CCPPCh-. Ni unos ni otros son diputados ni delegados todo el tiempo, ejercen sus carreras y oficios y el destacarse en ellos los eleva a la representación dentro de las dos instancias legislativas. En el CCPPCh, órgano consultivo, el 60% de los integrantes no pertenecen al Partido Comunista -PCCh-; su misión es elevar propuestas de leyes a la APN. En esta sólo el 70% de los diputados proceden del PCCh y el 30% de otros ocho partidos políticos. Todas las etnias están representadas.

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Las sesiones se centran en los objetivos y desafíos más apremiantes: en 2024 que el PIB crezca 5% y contener el alza de precios en 3%; conservar la capacidad de consumo correlacionando sueldos con inflación. Tanto debe crecer el PIB global como el PIB per cápita de manera que el crecimiento sea equitativo; crear mas de 12 millones de empleos urbanos para mantener la tasa de desempleo en 5,5%; especial atención a 11 millones de jóvenes que se gradúan anualmente; profundizar el desarrollo de las Nuevas Fuerzas Productivas de Calidad, identificadas como “tecnologías de alta gama” que deben ser, además, “limpias”. Se incrementan los presupuestos en educación e investigación; se anunció la eliminación de restricciones a la inversión extranjera.

Ese es el sistema político económico chino. No importa si gusta o disgusta, para el pueblo chino ese es el modelo que ha sacado al país de la pobreza y la obscuridad histórica. Guiado por el Partido Comunista la nación ha recuperado su esplendor milenario, su grandeza, se ha colocado en el liderazgo mundial y da garantías de que el orgullo nacional no volverá a ser humillado. El pueblo chino mira con confianza el camino hacia el centenario de la República Popular en 2049, en 25 años, habiendo forjado para entonces una sociedad modestamente acomodada, segura y con su soberanía plenamente integrada.

Si, mientras más la estudio, más entiendo, admiro y respeto a la nación china