Con respecto al controversial Código Penal está claro que existe un enfrentamiento filosófico en la población sobre el derecho del ser humano a nacer y el derecho de la mujer a decidir si interrumpe un embarazo o no y aquí lo apropiado de desglosar mis tres verdades: primera, si la carga mayor en la reproducción de los seres humanos es de la mujer, ella es la llamada a tomar la decisión final; segunda: no es correcto atribuir derechos a quien está en formación y no puede ofender ni defenderse y tercera: la mujer, como todo ser humano, puede equivocarse al decidir, pero no debe prejuzgarse sino dársele protección social y familiar para enfrentar los resultados desfavorables.
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Por último, hace muchos años que dos pacientes amigas tuvieron un intercambio en mi consulta sobre el tema del aborto provocado y el embarazo no deseado y ambas fueron radicales en sus expresiones: Una dijo “yo no mato un hijo mío” y la otra respondió “el que no se quiera joder que no me caiga adentro”. La primera de las tres verdades.