Antes de haber sido un guionista premiado en Estados Unidos, Leonardo de León ya había probado suerte como ensayista y autor de libros, llegando a publicar cuatro: en 2000, 2001, 2002 y 2005.

Mientras esto ocurría, él soñaba con que un día uno de sus trabajos pudiera ser llevado al cine. Pensando en ello, en el año 2002 tomó un curso con la cineasta Tanya Valette, la primera mujer en asumir la dirección de la Escuela Internacional de Cine de Cuba.

Después estudió cuatro años con el reconocido consultor Craig Kellem, quien lo ayudó a instruirse en este oficio. Yo inicié de la manera más rudimentaria posible, desde cero, porque nunca había visto un guión. Me dediqué a estudiar el oficio de ser guionista, recuerda Leonardo, quien es abogado de profesión y vendedor de repuestos.

A base de mucho sacrificio, Leonardo aprendió a escribir guiones, un esfuerzo que fue coronado cuando empezó a triunfar en festivales, y ganó en doce de ellos.

Hacer un guión no es como la gente cree, que escribes y ya. Por eso es que ves muchas películas mediocres, porque el guión no funciona. Todo el mundo quiere dirigir, quiere hacer películas, pero nadie quiere ensuciarse abajo del carro aprendiendo la mecánica de hacer un guión, indica.

Todos estos años de estudios le han valido la pena. El 28 de noviembre próximo será estrenado el filme Quiero ser fiel -antes llamado No dejen caer a Alberto en tentación- que será protagonizado por Valentino Lanus. Este estreno le permitirá a Leonardo realizar uno de sus sueños más anhelados.