Hoy 
Hoy se leyo el Veredicto en El Jucio Baninter, la sentencia fue dictada en la Sala Modelo del Palacio de Justicia de ciudad Nueva. La grafica muestra Fachada del edificio. Hoy/ Jorge Gonzalez. 21.10.2007
Tras el juez Juan Francisco Rodríguez considerar que el Ministerio Público no presentó las pruebas suficientes para imponer una medida coercitiva, fueron dejados en libertad pura y simple los tres exoficiales que fueron señalados de secuestrar a dos empresarios dueños de supermercados.
El magistrado de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional descartó la solicitud que hacía la Fiscalía de dicha demarcación, la cual pedía medidas de coerción contra los imputados, como el exalférez de fragata de la Armada Dominicana Mario Rafael Bretón Santana, el excoronel de la Policía Nacional Luis Elías Cornelio Torres y el excapitán de la Policía Nacional Carlos de Jesús Minier.
Los acusados, hoy libres, eran investigados por dar seguimiento y vigilar a dos empresarios y a sus familiares con el propósito de ejecutar un secuestro y pedir un determinado rescate, de acuerdo a lo que ha establecido el órgano persecutor en el expendiente.
El expediente, preparado por el Departamento de Investigaciones de Homicidios de la Fiscalía del Distrito Nacional, relata que el ex alférez de fragata de la Armada Dominicana Mario Rafael Bretón Santana, el excoronel de la Policía Nacional Luis Elías Cornelio Torres y el excapitán de la Policía Nacional Carlos de Jesús Minier son investigados por el seguimiento y vigilancia contra dos empresarios dominicanos, con fines de secuestrarlos y pedir un rescate.
La instancia también narra que los imputados instalaron dispositivos imantados de geolocalización satelital (GPS) en los vehículos en que se transportaban las víctimas, a los fines de conocer su ubicación y así facilitar los planes del secuestro.
El Departamento de Investigaciones de Homicidios de la Fiscalía del Distrito Nacional indicó que los exoficiales fueron arrestados en flagrante delito mientras tomaban fotos y enviaban ubicaciones de sus víctimas por vía telefónica.
