“Lo que me quedó de él fue mucha felicidad”: el desgarrador testimonio de la abuela del niño que murió bajo cuidado de su madrastra

Como un niño juguetón y que transmitía mucho cariño fue recordado por su abuela materna, Carlos Daniel Díaz Peña, quien falleció el pasado sábado en circunstancias sospechosas, presuntamente mientras se encontraba bajo el cuidado de su madrastra, en La Cuaba, municipio de Pedro Brand.

«El niño era totalmente juguetón. Ese niño le penetraba mucho cariño a uno. Lo que me quedó de él fue mucha felicidad», dijo Yaneris Vicente, visiblemente afectada, ante las cámaras de Telenoticias.

La abuela relató que el pequeño, de apenas dos años, fue asfixiado y que llegó sin signos vitales al Hospital Dr. Vinicio Calventi.

«Cuando yo hablé con la doctora, me dijo que el niño fue como asfixiado. Le apretaron tanto su cuellito, que al niño ya no le pasaba oxígeno al cerebro, el niño llegó muerto al hospital», pronunció Vicente.

Asimismo, manifestó que tanto Carlos Daniel como su hermana, de siete años, estaban bajo su custodia luego de que su madre emigrara a los Estados Unidos, pero que el padre decidió quitárselos y llevárselos a vivir con él.

«Para mí su motivo era hacerle una maldad a mi hija, de que mi hija no viera a sus hijos, porque aquí mi hija llamaba a sus hijos hasta cinco y seis veces al día. Allí, cuando él se los llevó, el mismo tiempo que tenía yo sin ver al niño, ese mismo tiempo tenía mi hija», declaró la mujer.

De su lado, Yeral Peña, tío del menor, agregó que, según el informe preliminar del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), la causa de muerte de su sobrino fue catalogada como homicidio.

«Él (el padre del infante) está ciego. Al momento que todo sucede, ella le explica, le dice una historia y él le creyó, pero al demostrarse que en el acta de defunción y en la autopsia, la causa de muerte fue homicidio, ahí es que comienza a despertar y ver que la persona con la que él se juntó, mató a su hijo», comentó Peña.

Los parientes indicaron que el niño tenía el cráneo destrozado, múltiples signos de posible maltrato físico, uno de los brazos enyesado, un golpe en la frente, así como quemaduras en las manos.

El cuerpo del niño fue sepultado el pasado domingo en el Cementerio Municipal Cristo Salvador, mientras los familiares maternos claman justicia ante las autoridades.