Lo que tuvo que pasar para que el reguetón «Despacito» sea el número 1

Lo que tuvo que pasar para que el reguetón «Despacito» sea el número 1

Imagen del video de Despacito

MIAMI. – El reguetón suena sin parar en la radio, aunque sus intérpretes raramente son invitados a premios musicales. Pero el éxito de «Despacito» marca el triunfo del género tras años de censura y marginación por su vínculo con los bajos fondos puertorriqueños.

Pasito a pasito, suave suavecito, el tema de los puertorriqueños Luis Fonsi y Daddy Yankee, lanzado en enero, se convirtió el mes pasado en la primera canción en español que domina el mercado anglo desde «Macarena» en 1996. Pero el recorrido fue largo. ¿Cómo nació el reguetón y cómo superó los estereotipos que lo marginaron desde sus inicios?

Responde Petra Rivera-Rideau, profesora asociada de Estudios Americanos en la Universidad de Wellesley en Massachusetts, y autora del libro «Remixing Reggaetón: The Cultural Politics of Race in Puerto Rico» (Mezclando el reguetón: la política cultural de la raza en Puerto Rico, 2015).

¿Cómo evolucionó el reguetón?

El reguetón tiene una historia larga y compleja. Aunque es a menudo asociado a Puerto Rico, combina influencias musicales de toda la cuenca del Caribe.

Dos de sus mayores influencias son el hip hop y el dancehall (un ritmo jamaiquino) que llegó al reguetón a través de Panamá. (…) En los años ’90, los DJs puertorriqueños combinaron estos elementos junto a otras influencias, para crear una música llamada «underground» que circuló informalmente (…).

El «underground» era música de fiesta, pero también daba un espacio a las críticas políticas y temas como pobreza, racismo y brutalidad policial.

A medida que se propagó el «underground», pasó a ser blanco de campañas de censura a mediados de los ’90 que irónicamente ayudaron a exponer el género a nuevas audiencias. En esta época, comenzó a ser conocido como «reguetón».

En 2002, Tego Calderón lanzó «El Abayarde», el álbum que llevó el reguetón al «mainstream» de Puerto Rico. Luego, en 2004, Daddy Yankee lanzó «Gasolina», que puso el reguetón en el mapa de la música latina. Actualmente, se ha integrado al mundo del pop en español.

 ¿Qué contratiempos padeció el género?

Desde sus inicios el reguetón ha tenido reputación de ser hipersexualizado, misógino y de estar vinculado a las drogas y el crimen. En mi libro, repaso dos campañas de censura (…). Una fue en 1995, cuando la policía confiscó las grabaciones por sus asociaciones con el sexo y las drogas; y la otra ocurrió en 2002, cuando el Senado puertorriqueño sostuvo audiencias para analizar lo que percibía como representaciones hipersexualizadas de las mujeres en los videos musicales. (…) Estas campañas de censura estuvieron motivadas por estas nuevas expresiones sobre lo que era ser negro y puertorriqueño.

El reguetón ofreció a los artistas una oportunidad de articular sus conexiones con la diáspora africana, especialmente para la juventud negra urbana, y esto amenazaba el dogma según el cual no existía el racismo en Puerto Rico, porque puso en evidencia que esto era falso.

Las letras son a menudo acusadas de misóginas, ¿cómo responde el reguetón a eso? Pienso que tenemos que ser críticos con las representaciones misóginas del reguetón. No obstante, no creo que debamos culparlo exclusivamente de este tipo de representaciones.

El género no opera en el vacío: hay mayores problemas de misoginia que deben ser abordados por las sociedades de Puerto Rico, Estados Unidos y Latinoamérica. Y también por las élites, que a menudo son dejadas de lado en este tipo de discusiones. Además, existen representaciones similares en otros géneros musicales.

En general, las élites son las que más desprecian el reguetón como un género menor. ¿Por qué esta percepción? El reguetón ha estado siempre conectado a comunidades que son víctimas de estereotipos problemáticos asociados a comunidades pobres de no-blancos. Si vemos las campañas antiprostitución del siglo XIX en Puerto Rico (…), por ejemplo, vemos que muchas de las mismas narrativas sobre hipersexualidad ya eran atribuidas a estas comunidades mucho antes del reguetón. (Esta percepción) es la prolongación de los antiguos estereotipos y la discriminación institucionalizada que desde los tiempos de la esclavitud han existido sobre raza y clase en Puerto Rico y las Américas.

En este contexto de marginación, ¿cómo se interpreta el éxito de «Despacito»? «Despacito» es complicado. Por una parte, uno puede verlo como un «triunfo», porque muestra que el reguetón nunca desapareció como sus críticos aseguraban que ocurriría. (…) Por otra parte, Luis Fonsi no canta normalmente este tipo de música. (…) Su trabajo previo es básicamente pop y baladas, dos géneros que no han sido denigrados ni marginados como el reguetón, ni sujetos a asociaciones estereotípicas con las drogas, el crimen y la sexualidad. Mucha gente ha comentado que Justin Bieber se apropió del reguetón para su propio provecho, pero si este es el caso se puede argumentar lo mismo sobre Luis Fonsi.

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