Los avances y los reveses para la condición femenina. A pesar de las reformas institucionales que procuran igualdad de tratos laborales a mujeres y hombres y paridad de acceso a roles políticos y gubernamentales, queda un buen trecho por recorrer contra los predominios masculinos fundados en la cultura y en encasillamientos sin equidad sumadas a la violencia de género en las que les tocan la peor al sexo opuesto.
La presencia cada vez mayor de dominicanas en el mercado laboral, como obreras y en niveles profesionales, y que en algunos casos ha eliminado la casi exclusividad que los varones lograban, genera un saldo favorable hacia la meta de la igualdad de oportunidades.
El perfil de la población femenina en el mundo académico en matriculación y niveles de capacitación expresa un avance ganado con esfuerzo propio, que a ellas mismas se deben mayormente, y se traduce en que la economía sea ahora más mixta en géneros y desempeños.
Leer más: TSE y Ministerio de la Mujer coordinan actos por Día Internacional de la Mujer
Empresarialmente es mayor su presencia como emprendedoras y ejecutivas y ocurre con más frecuencia que ocupen funciones importantes fuera de casa al tiempo de cargar con las obligaciones hogareñas que por naturaleza les han correspondido, a veces sin suficiente apoyo de las contrapartes.
En correspondencia con su superación se está en deuda con las mujeres en políticas contrapuestas a los negativos índices colectivos de desempleo y de mortalidad materna, con persistencia en obligarlas a conservar embarazos lesivos a su dignidad y preservación de la vida.