Nieblas de otoño
La obra literaria de E. O. Garrido Puello es breve. Cultura y arte de narrar destacan en Narraciones y tradiciones, en Historia de un periódico y, en particular, en sus extraordinarias memorias En el camino de la historia con la “Revolución legalista” de fondo.
Nieblas de otoño (1976) es su primera y única colección de cuentos publicada después de los 80 años. Al publicarla sintió, como si fuera necesario, dar una explicación a su tardía incursión en el mundo de la ficción: “Nada más tengo que agregar sobre estos productos de las horas que mis ocupaciones me permiten introducirme de contrabando en la república de las letras. Fui periodista en mis mejores días y ahora presumo de escritor. ¿Vanidad? ¿Audacia? Los lectores juzgarán” (483).
Los 18 relatos que completan Nieblas de otoño obedecen a lo que Juan Bosch, maestro del género, exigía: “El cuento”, señala Bosch en sus Apuntes sobre el arte de escribir cuentos, “es intenso por el solo hecho de ser cuento; porque transmite en su brevedad y en el relato de ese hecho único una carga emocional muy tensa, y naturalmente, de tensa a intensa no hay más diferencia que ese in que nos indica que la tensión ha pasado a ser interior, que está en la entraña misma del relato.
Pero el hecho de que el cuento sea intenso no requiere que el lenguaje en el cual se escribe sea un lenguaje a su vez intenso o tenso. Uno de los grandes cuentistas de Occidente, Antón Chejov, escribía con un estilo que no tenía nada de dramático. Tampoco Oscar Wilde, que fue un excelente cuentista, tenía un lenguaje dramático”.
Nieblas de otoño es una colección de cuentos que podría considerarse como la síntesis de toda una vida observando la conducta de sus coetáneos para contar, protegido por el manto de la ficción, lo que no podía hacer en sus primeros libros en donde hace la historia de su ciudad natal y esboza los rasgos biográficos de ciertos protagonistas de ese pasado remoto. En el otoño de su vida se permite darle rienda suelta a la imaginación y enfocar la realidad de otra manera, con mayor libertad, sin atenerse a las reglas que limitan al historiador.
Nieblas de otoño no pierde de vista que el cuento es escueto y, a la vez, el relato de una acción, de un hecho único; sin frases rebuscadas. Su prosa es sencilla, elegante. Descripciones precisas. El humor nunca cae en lo vulgar ni en la burla. Como había hecho en Narraciones y tradiciones, en donde la ficción se confunde con lo real.
Los americanos pusieron fin a las revoluciones y prohibieron el uso de armas de fuego a la población civil. Fue el desarme general.
De manera escueta Garrido Puello captura el hecho: “Hasta el año 1916, y quizás hasta mucho después, un dominicano no se sentía hombre completo mientras no podía mostrar, orgulloso, una cacha de nácar y una correa de cápsulas torturándole la cintura” (504).
Varios de estos relatos se ambientan tanto en la vida rural como en la urbana. Por ejemplo, “El cura de la aldea” y “La infiel”. Garrido Puello tiene un buen dominio de la técnica narrativa; pero lamentablemente es proclive a dar opiniones morales como si olvidara o desconociera que la ficción literaria debe evitar cierto tipo de reflexión: “Trabajar es una acción que algunos consideran fea y la palabra asusta.
Por algo los comunistas la han eliminado de su diccionario, encontrando más cómodo agitar y recostarse de los que ellos llaman desposeídos, refocilándose en soñar con la posesión de bienes ajenos antes que perder energía poniendo sus músculos en actividad” (561). Es una lástima que el narrador manifieste sus consideraciones ideológicas. El cuento, como toda obra de arte, se limita a mostrar; no demostrar.
Tras su sombra
Treinta y ocho años separan la escritura de Tras su sombra (1977), de su publicación. Según la fecha que aparece al final del opúsculo terminó su redacción en 1939. El lapso que media entre la escritura y la publicación no obedece a las razones por las que dio a la estampa en 1973 su Historia de un periódico, cuyos capítulos habían sido organizados con fines de publicación en 1954.
Si la tardía publicación de la historia de El Cable se debió a la intolerancia y represión durante la Era de Trujillo; la de Tras su sombra se debe a una respetuosa y considerada atención por su segunda esposa, Aura Saviñón.
Esperó, por razones muy personales, hasta 1977 para dar a la estampa el homenaje póstumo a su primera esposa Dulce María Ramírez Fernández que, como consigna al final de la obra, terminó en 1939.
La muerte de Dulce María Ramírez Fernández (1901-1934), víctima de una fiebre hemoglobinuria (paludismo) el 4 de enero de 1934 fue devastadora para el periodista E. O. Garrido Puello, cuyo estado de ánimo le llevó a escribir, cinco años después, Tras su sombra, un hermoso poema en prosa que hizo público poco después de la historia de El Cable en 1977 que figura en el primer tomo de estas Obras completas, respetando el orden cronológico de las publicaciones de Garrido Puello.
Se trata del poema en prosa de un experimentado escritor con mucho dominio de la técnica del relato. Un texto elegante que se cuida de no caer en la sensiblería que por lo general va de par con este tipo de evocación nostálgica al ser amado ido a destiempo. Al tiempo que evoca a la esposa fallecida, Garrido Puello no descuida su papel de cronista de su ciudad natal y recuerda cómo se cortejaba a una joven de clase media en San Juan a principios de siglo XX; se celebraba el matrimonio para terminar con estas hermosas y enternecedoras palabras: “Estas páginas no son la historia de una vida, sino la expresión de un gran dolor; de un gran dolor que dejó vacía de rosas mi alma” (584). Algo así como escribió Lamartine en sus “Meditaciones poéticas”: “Un solo ser os falta y el mundo está despoblado”.
*[en E. O. Garrido Puello, Obras completas, II, Santo Domingo, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, 2023, 616pp.]