Los estragos de la depresión

Los estragos de la depresión

José Miguel Gómez

Los altos niveles de conflictividad en el mundo postmoderno, la insatisfacción acumulada, la soledad, los vacíos existenciales, la ruptura de vínculos y apegos; más, el estrés, la tensión, la irritabilidad y la vulnerabilidad, predicen que vamos mal con nuestra salud mental. La crisis de valores, la perdida de identidad, la falta de compasión, dealtruismo, de solidaridad y de empatía entre los humanos, predicen el aumento de la desesperanza, los sentimientos de minusvalía, de inutilidad, de infelicidad y de remordimiento social, que se convierten en una vía hacia la depresión.

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La depresión es una enfermedad médica, diagnosticada y tratada por los psiquiatras. Tiene una alta comorbilidad con la ansiedad, las enfermedades del corazón, del estómago, el cáncer y las enfermedades inmunológicas. En pocos años, la depresión va ocupar la primera causa de discapacidad y de falta productividad en el mundo, de insatisfacción y de infelicidad, pero también, de pobre desempeño, de mala calidez de vida. Además, de pensamientos suicidas y de intento de suicidio. Ese exceso de vivir atrapado en el pasado, acompañado de sentimientos de culpa, remordimiento, enojo crónico, odio, vergüenza, autocastigo y victimización, producen episodios depresivos. Sin embargo, la distimia, es una depresión crónica, pero de síntomas leve que van mermando la cognición, el estado de ánimo, la autoconfianza para competir y pedalear la vida, es lo que hace estrago en millones de personas que deambulan desmotivados, desenfocados y con pobre resultados de vida.

La depresión afecta a los niños y adolescentes, a los adultos y envejecientes, a ricos y pobres, a blancos y negros. Es una enfermedad con diferentes causas: química, psicológica, social y médica. Los estragos de la depresión aumentan cuando no es diagnosticada a tiempo o no hay tratamiento adecuado y buen seguimiento del psiquiatra. Las complicaciones llegan por el abandono de tratamiento, la falta de chequeos médicos, de psicoeducación en la familia y del propio paciente.

Desde el punto de vista social y cultural existen prejuicio, estereotipos y estigma sobre esta enfermedad: “la depresión es para gente blandita, falta de carácter y de vagos”.

A la población general, a médicos de la atención primaria y especialistas hay que entrenarlos y educarlos sobre la sintomatología psicosomática de la depresión, de los fármacos y enfermedades que van a comprometer el estado de ánimo de los pacientes.

Los estragos de la depresión son: abuso de alcohol, abandono de trabajo, ausentismo laboral, accidentes, aislamiento social, disminución o aumento de peso corporal, infelicidad, intento o suicidio consumado.

También es importante reconocer que es una enfermedad con una carga heredo-familiar, o sea, genética, que afecta a varias generaciones en una misma familia.

Qué hacer con la depresión: identificarla, conocerla, buscar la ayuda, aceptar la medicación y la psicoterapia. Nunca se debe sentir vergüenza por padecer la depresión, ya que es una enfermedad al igual que la hipertensión o la diabetes que necesitan de tratamiento y de buen seguimiento médico.

Todos conocemos a personas que padecieron de depresión y curaron, otros han tenido tratamiento por más largo tiempo, y, un porcentaje pequeño lo usará para toda la vida.

Ayude a las personas que padecen de la depresión, con el acompañamiento, la comprensión y el apoyo, son medidas fundamentales para solucionar y evitar los estragos de esta enfermedad que lleva a tantas personas a quitarse la vida.

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