Los hechos desmienten la falsa propaganda

Los hechos desmienten la falsa propaganda

Arturo Martínez Moya

Los hechos desmienten la falsa propaganda. La realidad es que la economía va bien, pero nuevamente Leonel Fernández toma el camino equivocado, sin argumentos rigurosos reincide en sus críticas a las cifras del Banco Central, en esta ocasión las que dibujan la realidad del 2021, me refiero al extraordinario crecimiento real de 12.3%.

Con cálculos errados concluye que se manipulan, pero también debió decir que hacen lo mismo el FMI, Banco Mundial, la Cepal y oficinas calificadoras de riesgos, cuando destacan la alta velocidad de recuperación de nuestra economía tras sufrir la contracción de 6.7% en 2020.

Es probable que su desafortunada declaración sea parte de conjura propia para tratar de debilitar la reputación de buen gestor económico que tiene el presidente Abinader y el Gobierno, y reducir el alto registro en las encuestas, porque me resisto a creer que se crea capaz de corregir con autoridad a Ph.D en economía, que en el Banco Central y organismos internacionales han dedicado su vida a los exigentes rigores de la contabilidad del crecimiento.

Profesionales que con ética probada aplican con celo la metodología del manual vigente del Sistema de Cuentas Nacionales SCN (2008) y en base a informaciones verificables trimestralmente y anual calculan el crecimiento de la economía.

Leer más: Banco Central: economía de RD creció un 12.3% en 2021

Reitero los hechos citados por el Banco Central en su comunicado de prensa, para evitar que lo dicho por Leonel Fernández sume razones a los que andan preocupados en estos tiempos por las mentiras que se cuelan y crean problemas narrativos en la historia del país.

Uno, el extraordinario crecimiento real de la economía de 12.3% en 2021, lo explica, principalmente, el fuerte aumento del valor agregado de hoteles, bares y restaurantes, construcción, manufactura local y zonas francas.

Dos, el volumen del PIB de 2021, comparado con el de 2019, creció 4.7%, lo que dicho de otra manera significa que, al cierre de 2021. el PIB real superó en 4.7% al de 2019 (pre-pandemia),
un logro extraordinario considerando el severo choque que significó la pandemia del COVID-19.

Y tres, del crecimiento en 2021 haber sido burbuja, ilusión que no se corresponde a la realidad como dijo Leonel, en tiempo récord no se hubiese recuperado los 267,225 empleos que se perdieron en 2020, para comprobarlo basta comparar los datos del mercado laboral del último trimestre de 2021 con los del mismo periodo de 2020.

Y la ocupación total (incluyendo formales e informales) no se hubiese situado en 4.7 millones de personas en el trimestre octubre-diciembre 2021, un volumen parecido al de octubre-diciembre 2019, con la diferencia de que en 2021 los trabajadores fueron más productivos, la información se obtiene restando al crecimiento del PIB el de la oferta de trabajo, y el resultado es el crecimiento de la productividad aparente del trabajo.

Finalizo agregando que el excelente desempeño en 2021 se debió a la oportuna intervención del Gobierno, con pagos a los jefes de familias que se quedaron sin empleos por la pandemia, evitó que se desplomara el consumo en los hogares, y del Banco Central, que en un hecho sin precedentes multiplicó por mucho la liquidez, haciendo posible que el sector financiero desembolsara más de 92 mil préstamos a hogares y empresas, con reducido costo del dinero, una elevada proporción a tasa fija de 8%.