El líder de la minoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, señaló este lunes que no cree que ningún miembro de su partido apoye los paquetes de gasto social y de infraestructuras, por valor de 1,8 y 2,3 billones de dólares, respectivamente, impulsados por el presidente, Joe Biden.
McConnell explicó en una rueda de prensa en Kentucky, estado al que representa, que “merece la pena” hablar sobre esas iniciativas, pero auguró que habrá “cero” respaldo conservador a esas propuestas legislativas.
Ambos paquetes, que juntos suman poco más de 4 billones de dólares, contemplan fondos para construir carreteras puentes e impulsar la banda ancha y las energías limpias, así como dinero para las escuelas públicas y el cuidado de ancianos, entre otras medidas.
La ajustada mayoría demócrata en la Cámara Alta, con 50 senadores frente a los 50 de los republicanos, con el voto de desempate de la vicepresidenta del país, Kamala Harris, hace complicado que salgan adelante esos proyectos de ley, debido a que los progresistas necesitan 60 apoyos para que sean aprobados.
En consecuencia es probable que los demócratas tengan que recurrir a un mecanismo legislativo, llamado “reconciliación”, que permitiría aprobarlos por mayoría simple.
Un grupo de senadores republicanos, liderados por la legisladora de Virginia Occidental Shelley Moore Capito, ha propuesto un paquete de infraestructuras alternativo por valor de 568.000 millones de dólares.
Según medios locales, Capito habló con Biden a finales de la semana pasada y ambos expresaron su interés en seguir negociando y reunirse posiblemente en la Casa Blanca en el futuro.
McConnell afirmó este lunes que los republicanos están dispuestos a elevar ligeramente esa cantidad, mucho menor que lo que piden los demócratas.
“Estamos abiertos a hacer un paquete de 600.000 millones de dólares que trate con lo que todos hemos acordado que es infraestructura”, indicó el dirigente consevador.
“Si va a ser sobre infraestructura -agregó-, hagamos que sea sobre infraestructura».
El Gobierno de Biden se ha referido desde el comienzo a ambas iniciativas (gasto social más infraestructuras) como su plan de infraestructuras, aunque ha preferido dividirlo en dos paquetes porque cree que será más fácil que sean aprobadas por separado en el Congreso.