Luis Abinader y Gonzalo Castillo, candidatos presidenciales de los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y de la Liberación (PLD), respectivamente, aparecen ocupando espacios en la prensa y redes sociales con sus propuestas y aportes materiales a la lucha contra el coronavirus (COVID-19), desde que la pandemia que azota al mundo empezó a propagarse en República Dominicana, obligando a ambos candidatos a detener su campaña política.

La Junta Central Electoral abrió el 17 de marzo la campaña política de los candidatos presidenciales y congresuales para las elecciones del domingo 17 de mayo, pero los principales candidatos del PLD y del PRM tuvieron que suspender todas sus acciones proselitistas por voluntad propia y por el decreto del Poder Ejecutivo que ordenó lo mismo.

El equipo de Gonzalo, candidato del PLD, anunció la donación de RD$ 20 millones de pesos de los recursos que tiene asignado a su campaña electoral para ayudar a combatir la situación por el coronavirus. Estos recursos fueron dirigidos a instituciones no gubernamentales comprometidas que luchen contra la pandemia como la Clínica Cruz Jiminián, entre otras.

Castillo también hizo gala de su contribución con un avión de su compañía para buscar a 126 estudiantes que estaban varados en Cuba. Otro avión viajó a China para traer 15 mil test para detectar el Covid-19, 500 mil guantes, 500 mil mascarillas y otros insumos que serían entregados a instituciones sanitarias.

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De su lado, el candidato del PRM, Luis Abinader, anunció que la próxima semana llegarán al país 40 mil kits de pruebas de diagnóstico de COVID-19 para ser donados. Pero Abinader aparece en numerosas ocasiones en la prensa ofertando propuestas al gobierno de turno para combatir esta crisis de salud. Entre ellas:

Realizar un telemaratón para recaudar fondos y poder comprar equipos de protección.
Crear un fondo de contingencia un ingreso mínimo de 10 mil pesos al mes a desempleados.
Coordinar con el sector financiero la aplicación de un período de gracia durante el estado de emergencia.
Suspender el cobro de todos los servicios públicos, recargos de impuestos sobre la renta e ITBIS.
Comprar petróleo a futuro para crear ahorros aprovechando sus bajos precios.
Habilitación cruceros como hospitales para albergar a contagiados del nuevo coronavirus (Covid-19).