BRASILIA (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que su esposa, Marisa Leticia Rocco, es una de las mujeres mejor casadas del país. La declaración fue hecha a un grupo de ancianos durante la presentación de un plan de apoyo para la tercera edad, y a quienes con esa frase les dio a entender indirectamente que él es uno de los mejores esposos que existe en Brasil.
Lula hablaba de los problemas que enfrentan los ancianos, entre otras cosas porque no siempre la suegra se da bien con la nuera, ni siempre una madre se lleva bien con la hija y entonces no tienen dónde estar.
Dijo entonces que él es el único ser humano que tiene una suegra que no es suegra, pero que aprecia como tal.
Se trata de la madre del primer esposo de Marisa, un taxista asesinado en un asalto, a quien Lula dijo haber adoptado como suegra porque ella está solita y no tiene pariente alguno.
Cuando ella pelea con Marisa, el hombro al que viene a llorar es el mío, dijo Lula frente a su esposa, que sonreía con la anécdota.
Entre risas y aplausos de los ancianos, Lula dijo entonces que la felicidad que se percibe en Marisa se debe a que es una mujer feliz, una de las mujeres mejor casadas de este país y con la que celebró el pasado miércoles 32 años de matrimonio.