El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hablará en el Parlamento durante su visita a Portugal pero no en la sesión dedicada al 49º aniversario del 25 de Abril, después de la polémica generada por la invitación que le hizo el Gobierno socialista luso para esta fecha.
El presidente de la Asamblea de la República portuguesa, Augusto Santos Silva, anunció hoy en declaraciones a periodistas que se celebrará una “sesión solemne de bienvenida” para Lula, iniciativa que generó un “consenso muy grande” entre los partidos del hemiciclo.
El único que se opuso a la intervención del jefe de Estado brasileño en el Parlamento fue el ultraderechista Chega, según confirmó su líder, André Ventura.
La sesión para el presidente brasileño, todavía sin fecha decidida, llega después de la controversia que levantó en el país la invitación que le giró el Ejecutivo portugués para intervenir en la ceremonia parlamentaria que conmemora la Revolución de los Claveles, del 25 de abril de 1974 con la que se puso fin a casi medio siglo de dictadura salazarista.
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Aunque desde la izquierda se mostraron a favor, en la derecha criticaron la invitación.
El Partido Social Demócrata (PSD, el principal del centroderecha) se posicionó en contra de la participación del presidente brasileño en las conmemoraciones parlamentarias del 25 de Abril, mientras que Iniciativa Liberal amenazó con abandonar el hemiciclo durante su intervención.
El mayor rechazo llegó desde la ultraderecha, que lo consideró una “ofensa” y una “provocación gratuita».
Chega avisó de que, incluso si el discurso se realizaba en una sesión diferente a la del 25 de Abril, organizaría una manifestación a las puertas del Parlamento contra la presencia del jefe de Estado brasileño.
Lula da Silva realizará una visita de Estado a Portugal entre el 22 y el 25 de abril para participar en la cumbre luso-brasileña, que se celebró por última vez en 2016 y no se retomó durante la presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2023).