Polifacético. Con este filme, el actor dominicano Manny Pérez se pone al frente del reto más importante de su carrera, al escribir, dirigir, producir y protagonizar “La Soga 2”, un audiovisual que se estrenará en el cine dominicano el 17 de este mes
La adversidad, lejos de destruirle, ha sido su gran oportunidad. Determinado e inquieto, el actor Manny Pérez es de los que deja el miedo a un lado y se lanza al vacío porque está seguro, de alguna manera, podrá volar.
La mejor demostración es el nacimiento de su último “bebé”: La Soga 2 o Salvation, como se le quiera llamar, una película que escribió, protagonizó y produjo, pero que además se atrevió a dirigir porque el director no estaba disponible.
Este nuevo filme se estrenará en los cines dominicanos el jueves 17 de febrero para traer de regreso a Luisito, aquel sicario de La Soga (2010) que se dedicaba a matar bajo las órdenes de un jefe de policía corrupto. La historia continuará donde se quedó la primera parte: su vida en Estados Unidos, donde buscaba comenzar una nueva vida.
El pasado siempre vuelve
Al hablar sobre la película, que le costó siete años escribir, Manny cuenta que en los Estados Unidos Luisito busca un lugar en el que se sienta más protegido y llega a Pawtucket, un pequeño pueblo de Rhode Island en el que aspira a olvidar su pasado.
“Ahí él vive 10 años con su novia, está enamorao, quiere vivir una vida normal, está aprendiendo a hablar inglés, hasta que el pasado toca su puerta y ahí comienza la aventura, el suspenso… lo que es La Soga 2”, explica Manny.
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Su desgracia comienza cuando “un gringo” lo busca para matar a un narco, él se resiste y su novia desaparece. Todo esto sucede mientras él está peleando con sus demonios. “La parte dos es el lado humano de La Soga, el lado personal”, agrega.
Una pandemia, una oportunidad
La Soga 2 estaba destinada a abrirse camino porque no solo se rodó desde el primero al 15 de enero del 2020 -justo antes de que los Estados Unidos declarara el cierre por la pandemia-, sino que se vendió a la empresa Screen Media cuando iba a presentarse en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
“Ese fue el palo más grande para esta película. Ellos compraron la película un día antes de que se exhibiera porque les gustó tanto..”, dice Manny poco después de recordar que el cierre por la pandemia fue una gran oportunidad: le sirvió para editar la película, vía Zoom, junto a su amigo Joseph Rodríguez. “Eso me ayudó, no había nada más que hacer que terminar la película”, recuerda.
Hoy, con la película en las plataformas de Amazon Prime, Apple TV, Google Play y Vudu, a Manny solo le resta contar con el apoyo de sus compatriotas porque, como bien dice, hasta sus ahorros ha dejado ahí. Ojalá que al final los pueda recuperar.
Plato –y palo- aparte
Adentrándose en otros detalles de la película, pero sin hablar más de la trama por aquello de los spoilers, Manny cuenta que quien no ha visto La Soga puede ver la secuela sin ningún problema: la historia, aunque sea una continuación, es completamente independiente.
Al hablar de los resultados de la película en las plataformas streaming, Manny adelanta que hasta ahora le ha gustado mucho a los latinos de los Estados Unidos. “Hasta ahora me dicen la gente de Screen Media que están viendo buenos resultados en lo que son esos números con estas plataformas”.
Con eso, dice Manny, ya está feliz. Solo falta, por el momento, sentir el calor de su pueblo. Y es que, explica, su película está vendida en Estados Unidos pero no aquí: él es quien costea que se presente aquí, así que depende de los espectadores.
Dirigir: una experiencia nueva
Hasta enero del 2020 Manny había actuado en más de 60 películas y series. Nunca, sin embargo, se había “atrevido” a dirigir. “Como director esta es mi primera. Lo bueno de esto es que he aprendido mucho. Incluso he aprendido de los talleres que he dado aquí (de actuación)”.
Su aprendizaje fue aún más intenso porque tuvo que dirigirse a sí mismo y, como bien dice, recurrió a ver las escenas después que se grababan para corregir de inmediato lo que no le gustaba. Eso le permitió, asegura, madurar y crecer como actor.
“Hice muchos ensayos con los actores antes de llegar al set y cuando llegamos al set eso estaba bien amarrado. También grababa y después miraba lo que filmábamos y si no me gustaba lo hacíamos de nuevo”, recuerda.
Lo mejor de esa experiencia, asegura, es que le ha permitido aprender a transmitir mejor sus emociones: ha pulido su técnica de actuación a un punto tal que veremos a un Manny Pérez mucho más maduro como actor, más honesto con lo que siente y, por demás, que vive más el momento.