Asumiendo una apuesta visionaria por la fuga libertaria, lúdica y creadora que culmina en uno de los más radicales, fructíferos y hermosos desbordes de la insularidad, sosteniendo siempre su vital retorno hacia los oasis espirituales del Caribe y los cimientos culturales de la memoria identitaria, durante una impecable trayectoria que traspasa las cinco décadas, Manuel Montilla depura su sistema pictórico y su repertorio simbólico hasta unos niveles radiantes de riqueza plástica y profundidad significativa

Una mirada penetrante sobre la expresión del y/o lo dominicano a través de la materia pictórica, el signo y la metáfora imagética, precisaría ahondar sobre la poderosa volición de trascendencia espiritual que prospera desde los efectos más místicos y sutiles del nexo vida-obra-memoria, esto desde luego, en el caso de los más puros y lúcidos creadores dominicanos de la posmodernidad. Uno de estos creadores sería indudablemente Manuel Emilio Montilla Martínez (1948), trasbordador, purificador y alumbrador como nadie de lo real, la memoria y lo recóndito.

Eticidad, impecabilidad de factura y brillantez conceptual se establecen como atributos distintivos de la práctica creadora y el sistema pictórico personales de Manuel Emilio Montilla, uno de nuestros pintores activos de mayor proyección, aprecio y respeto en España e Iberoamérica, nacido en La Romana el 6 de septiembre de 1948.

Montilla desarrolla una primera etapa formativa en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se gradúa con honores en 1974. Justamente un año antes de concluir sus estudios en la EMBA, integra el “Grupo 6”, junto a Alberto Ulloa, Alonzo Cuevas, José García Cordero, Ignacio Rincón (Kuma), Héctor Rodríguez y Fernando Suncar.

Las huellas y trayectorias posteriores de los integrantes más destacados del “Grupo 6”, especialmente del cuarteto ejemplar que conforman Montilla, Ulloa, Cuevas y García Cordero, aportarán algunas cifras reveladoras no solo sobre las raíces y travesías de una práctica solidaria en el proceso socializador de las tendencias estéticas vanguardistas y disruptivas en Santo Domingo, sino también sobre las repercusiones de la relación dialógica con “los otros” y sobre la proyección del arte dominicano en el contexto internacional.

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Siendo todavía estudiante en Santo Domingo, Manuel Montilla obtiene varios premios en dibujo y escultura, pero es el Primer Premio de Dibujo de la XIII Bienal Nacional Artes Plásticas (1974) que le atrae la atención de la crítica nacional e internacional. Justamente en 1975, el célebre crítico del arte latinoamericano José Gómez Sicre, en ese momento jefe del Departamento de Artes Visuales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y quien había sido miembro del Jurado de Premiación de la XIII Bienal, le organiza su primera exposición individual en Washington.

En 1977, Manuel Montilla se traslada a Madrid, España, especializándose en Pintura Mural en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando, donde obtiene tres Matrículas de Honor, y entre 1978 y 1981 estudia Grabado Calcográfico y Litografía, tanto en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos como en la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Madrid.

Desde hace más de cuatro décadas, Montilla establece su residencia en Madrid, desarrollando desde esta ciudad una constante y exitosa presencia a través de exposiciones individuales y colectivas, además de prestigiosos museos, galerías, bienales, ferias de arte, centros culturales e instituciones académicas de España como la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Complutense de Madrid, la Facultad de Bellas Artes de San Fernando y el Museo de Arte Iberoamericano Luis González Robles.

Precisamente, el Museo Luis González Robles, localizado en el Edificio Cisneros de la Universidad de Alcalá de Henares, ha incluido recientemente una de las obras de Manuel Montilla en la importante exposición retrospectiva titulada “La Conservación de un Legado. 20 años de Museo Universitario”, junto a las obras de 70 artistas de España y América, entre los que destacan Antoni Tapies, Luis Feito, Antoni Clavé, Modest Cuixart, Joan Brotat, Rafael Canogar, Beatriz Guttmann, Elvira Alfageme, Oswaldo Guayasamín, Armando Morales, Estuardo Maldonado, Julio Le Parc, Julio Zachrisson, Miguel Nieri y Omar Rayo.

Desde el pasado mes de marzo, Manuel Montilla está de retorno en Santo Domingo, ultimando los detalles organizativos de rigor para su gran exposición retrospectiva cuya apertura está pautada para la tercera semana del mes de octubre en el Museo de Arte Moderno y la cual estará integrada por más de 130 obras, entre pinturas, dibujos, esculturas, acuarelas y grabados, incluyendo su formidable e impactante pintura “Fragmentación de un Gagá” con la que obtuvo el Gran Premio de la XVII Bienal Nacional de Artes Visuales en 1990…