Ninoska Cuevas 
Serán sepultados este miércoles en el cementerio de Cristo Rey, los restos de Javier Ogando Collado, quien falleció luego de haber permanecido varios días en el Hospital Traumatológico Ney Arias Lora, tras resultar con quemaduras de segundo grado debido a la explosión generada por la concentración de gas propano en un edificio de la calle San Juan Bosco, esquina doctor Delgado.
El cuerpo del hombre de 31 años, que deja en la orfandad a un niño de 8 y a su esposa embarazada de alto riesgo, está hiendo velado en la Funeraria Municipal de Gualey, Distrito Nacional.
«Ay mi hijo fue valiente hasta el final. Mi hijo fue un muchacho de trabajo toda la vida, desde que tuvo uso de razón… mi hijo nunca estuvo en una cárcel ni en un destacamento», decía entre llantos de dolor la madre de Ogando Collado.
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La mujer narró que su vástago luchó por salvar su vida, pero que durante el incendio no pudo salir porque había un estante plástico que bloqueó la puerta.
«Mi hijo esperó hasta el final, esperó que todo eso se derrita para poder salir», expresó la señora.
Javier Ogando Collado murió a las 4:10 de la madrugada del martes, al sufrir de síndrome de distrés respiratorio y shock distributivo, según informó el doctor Eddy Bruno, director de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort del hospital Ney Arias Lora.
Se recuerda que la explosión se produjo el pasado 27 de octubre, cuando Javier Ogando Collado procedió a quitar un cilindro de gas que estaba conectado a una máquina lavadora.
El hecho ocurrió cerca de las 10:50 de la mañana, y varias unidades de los bomberos, así como unidades del Sistema 911, acudieron al lugar.
