Con su aparición en la década de 1960, gracias a la diseñadora Mary Quant, fallecida recientemente, la minifalda revolucionó el mundo de la moda y hoy día sigue siendo el clásico más sensual del closet.
Inicialmente, los principales diseñadores como Coco Chanel y Christian Dior, estuvieron en contra de la minifalda.
Sin embargo, en los 80, cuando Anna Wintour, la editora de Vogue, incorporó esta prenda en sus “looks”, las celebridades le siguieron.
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Otro gran impulso para la ‘mini’ fue otorgado por Madonna, quien la convirtió en la pieza clave de sus presentaciones, y hasta Christina Aguilera usó una mini para la alfombra roja. En 1990, Julia Roberts provocó otra tendencia cuando comenzó a usar minifaldas con botas altas.
Este año esta moda ha reaparecido en la pasarela: minifaldas de talle alto y ligeramente acampanadas (en línea A), que se llevan con zapatos planos con tacones en bloque.
Una moda que no conoce edad y, por ello, es perfecta incluso después de los 40 años.