Tras aceptar la propuesta del presidente Luis Abinader de permanecer en el cargo hasta tanto se apruebe la reforma constitucional, la procuradora general Miriam Germán Brito lo comunicó al Consejo Superior del Ministerio Publico (CSMP) y demás colaboradores en la institución, señalándoles que eso “abre un escenario interno que debemos ponderar con delicadeza”.
Dejó constancia de su “inquebrantable compromiso con asegurar y mantener la operatividad de la Procuraduría General de la República y del Ministerio Público en general”, y en ese sentido, informó medidas internas que considera importantes para el adecuado funcionamiento de la institución durante el período adicional que le fue confiado por el presidente de la República.
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En su misiva interna le advierte a los miembros del CSMP, directores generales, procuradores de Corte; procuradores fiscales, fiscalizadores y en general, que es necesario dar continuidad a todos los procesos internos que garantizan el adecuado funcionamiento de las áreas operativas sustantivas de la PGR, y “abstenernos de acciones y decisiones que tengan un impacto financiero” que pueda comprometer la gestión de quien la vaya a sustituir en el cargo.
“Es importante advertir también la necesidad de que las acciones que emprendamos y los procesos cuyo desenlaces tengan un impacto institucional que trascienda estos meses de transición, se limiten a a los actos preparativos sin dar curso a la ejecución que deberá emprenderse en una nueva gestión…”, dijo Germán.
Se refiere la funcionaria a concursos internos para ascensos, titulares de fiscalías y procuradurías, directores y otros cargos de relevancia interna, así como modificaciones a la política de compensación y cualquiera otra medida de impacto financiero a largo plazo.
Recordó que de acuerdo con el artículo 172 de la Constitución, el Procurador General de la República es quien dirige el Ministerio Público, y la máxima autoridad de la institución según el artículo 27 de la ley orgánica, por lo que dijo, es lógico que en función de su investidura y de las funciones que está llamado a ejercer, el liderazgo de este sea esencial ante el órgano de Gobierno interno de la institución.
“Por ello es esencial mantener en este momento una operatividad restringida a las acciones necesarias” para mantener en funcionamiento la institución, “y no encaminarnos a acciones y decisiones que puedan tener una trascendencia que termine afectando las posibilidades de la influencia institucional que legítimamente debe tener quien me haya de sustituir en un futuro inmediato”.