El miércoles 17 de julio de 2024, el presidente de la República Dominicana, señor Luis Rodolfo Abinader Corona, mediante el decreto No. 391-24 designó al ingeniero eléctrico Milton Morrison, como director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT). Seis días después, el lunes 22 de julio, 2024) fue juramentado por el Ministro de la Presidencia Joel Adrián Santos Echavarría, quien actualmente funge como Ministro de Energía y Minas. Desde que se emitió el decreto y fue juramentado el ingeniero Morrison en el INTRANT, hasta la fecha de hoy han transcurrido 76 días.
Lo que está a la vista no necesita espejuelos. Durante el tiempo que lleva el ingeniero eléctrico Milton Morrison (algo más de dos meses y medio), como director del INTRANT, en lo que más se ha enfocado es hablar en los medios de comunicación. En pocas palabras, mucho bla, bla, bla y pocos resultados. La realidad actual de la movilidad, del transporte terrestre, del tránsito y de la seguridad vial en República Dominicana, es cada día más crítica. Sin duda, los contenidos que rodean la narrativa de Morrison, no coinciden con los que caracterizan a un técnico en logística de transporte. ¿Qué pueden esperar los ciudadanos de un ingeniero eléctrico dirigiendo la entidad rectora de la movilidad, el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial?
A juzgar por la apariencia, todo parece indicar que el actual director del INTRANT, tiene la falsa creencia de que, hablando mucho a través de los medios de comunicación, las fuerzas restrictivas internas y externas que limitan el buen desempeño de la movilidad, del transporte terrestre, del tránsito y de la seguridad vial en todas las regiones de República Dominicana, se pueden transformar en fuerzas impulsoras, tan solo hablando pluma de burro y sandeces. El ingeniero Morrison debería hablar menos y centrarse más en lo que establece el artículo 9 de la Ley 63-17, con respecto a las 41 atribuciones sustanciales del INTRANT.
La verborrea continua y vacía del director del INTRANT, ingeniero Milton Morrison, jamás podrá ser un medio viable para adecentar la movilidad, el transporte terrestre, el tránsito y la seguridad vial en los diferentes municipios y provincias de la República Dominicana, especialmente en el Gran Santo Domingo. Las fuerzas restrictivas que inciden negativamente para que los ciudadanos disfruten de un sistema de transporte eficiente y eficaz, no se contrarrestan anunciando soluciones mediáticas, con el propósito deliberado de incrementar la visibilidad personal.
Más que estar hablando 24/7 en los medios de comunicación, el director del INTRANT debería centrarse en desarrollar tareas como las siguientes:
- Realizar alianzas estratégicas con los empresarios del transporte, al margen del acostumbrado chantaje de Juan Hubieres, Antonio Marte, Juan Marte, Gervasio de la Rosa, William Figuereo, entre otros;
- Negociar con los organizadores de las ferias anuales de automóviles: Autoferia Popular, Expomóvil Banreservas, Fleximóvil de BHD, Autoshow Scotiabank, Autoferia ASOCIVU, con la finalidad de reducir la cantidad de vehículos;
- Evaluar la calidad del valor que agregan los miembros de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), sustituyendo la función de los semáforos;
- Eficientizar y ampliar las funciones de la Escuela Nacional de Educación Vial. Para ello, establecer alianzas con las autoridades del Ministerio de Educación y con la Asociación de Instituciones Educativas Privadas (AINEP);
- Sincronizar y eficientizar el funcionamiento de los semáforos;
- Establecer horarios especiales para la circulación de los vehículos pesados;
- Educar y aplicar el peso de la ley a los ciudadanos que violan las señales de tránsito;
- Tolerancia cero con los que estacionan vehículos en ambos lados de calles estrechas;
- Regular y fiscalizar a los conductores de motocicletas que anarquizan el tránsito;
- Negociar con los gerentes de los bancos Popular, Banreservas, BHD, Scotiabank y ASOCIVU, para que de los miles de automóviles que venden cada año en sus respectivas ferias, inviertan un porcentaje en campañas de educación vial;
- Solicitar a las universidades nacionales que elaboren y presenten propuestas para mejorar el funcionamiento del tránsito;
- Vigilar y sancionar el comportamiento de los delivery motorizados (Uber Eats, Pedidos Ya, Hugo, así como los delivery de las grandes cadenas de supermercados, farmacias y colmados);
- Actualizar, ampliar y eficientizar la señalética de tránsito actual, entre otras acciones operativas de mejora.
Por el bienestar de la salud mental de la población y la estabilidad de la productividad, el ingeniero Morrison debería trabajar más cerca del Gabinete de Transporte, el cual fue creado por el presidente Luis Abinader, a través del decreto No. 328-21, emitido el 18 de mayo de 2021. Como se sabe, este organismo tiene el propósito de garantizar mayores niveles de coordinación en la toma de decisiones de la Administración Pública en materia de movilidad urbana, así como fijar las orientaciones, programas y acciones necesarias para el diseño del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, así como la coordinación y supervisión de la implementación del referido plan.
El Gabinete de Transporte, además del Ministerio de la Presidencia, quien funge como organismo coordinador, lo integran el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) y la Oficina de Desarrollo de Proyectos de Movilidad Urbana e Interurbana (Fitram).
Ojalá que el director del INTRANT hablara menos en los medios de comunicación y se enfocara más en alcanzar logros de alto valor para el buen desempeño de la movilidad, del transporte terrestre, del tránsito y de la seguridad vial a lo ancho y largo de la República Dominicana. El ingeniero Morrison tiene dos meses y medio hablando de soluciones, pero sin resultados significativos que, mínimamente, alivien la fatiga, la incertidumbre y las molestias que afectan la salud mental y el estado de ánimo de los ciudadanos que todos los días tienen que desafiar la desorganización y anarquía que caracterizan al tránsito de la sociedad dominicana. No más bla, bla, bla, los ciudadanos quieren soluciones sostenibles.