Para los especialistas de la conducta, la timidez en un niño es un problema de autoestima que podría iniciarse desde la gestación, dependiendo de qué tan deseado -amado- por sus progenitores se haya sentido.

Así lo entiende la psicóloga infanto-juvenil Roxana González, quien afirma que la condición comienza desde el útero, ya que desde el embarazo el niño siente el amor de sus padres hacia él o ella.

La licenciada en psicología y fundadora del centro psicológico Terapia Boutique añade que cuando el bebé desde antes de nacer se siente no deseado, cuando sus padres se pelean por la llegada del embarazo, este puede traer consigo una baja autoestima y continuar en la niñez y hasta la adolescencia.

“Cuando existen problemas de autoestima baja el niño no se sentirá cómodo, puede asumir incluso una postura corporal diferente; en el hogar y en lugares públicos buscará siempre la manera de estar apartado, querrá sentirse invisible para los demás, debido a que sentirá que no encaja en dicho espacio, que no debe estar ahí, etc.”, agrega la especialista de la conducta.

Explica, asimismo, que dicha timidez en el niño podría tratarse de una fobia social, la cual no le permite sentirse bien, satisfecho, o a gusto en determinados lugares o con determinadas personas.
¿Cómo y cuánto afecta esto al niño? A juicio de la experta, afecta mucho, ya que un niño tímido por lo general no se expresa, no puede decir con facilidad lo que siente.

“Un niño tímido no puede ir a lugares y sentirse cómodo, siempre se siente raro, como si no encajara y eso, sin dudas, lo afecta bastante en su desarrollo social, mucho más en la etapa de la adolescencia”.
¿Puede la timidez hacerlos menos competitivos? Afirma González que sí, porque un niño tímido tendrá miedos para enfrentar situaciones, para lanzarse a hacer cosas, así tenga la capacidad y las habilidades para hacerlo.

“Este tipo de niño solo podría dejar salir todas las habilidades que posee, cuando no sean en sociedad, esfuerzos públicos, como por ejemplo, la lectura, cosas en las que él pueda mostrar lo que tiene dentro sin que sea expuesto”.

¿Cómo manejar esto? La psicóloga recomienda que los padres hablen mucho con sus hijos tímidos, que les informen que ellos (padres) también tuvieron timidez en su etapa infantil, pero que lograron superarla.

“Es importante que ellos sepan que todos tuvimos miedo por algo, ponerle ejemplos de episodios de timidez que fuimos superando poco a poco”, dice.

González añade que además de los padres o tutores, y también los profesores, pueden ayudar a estos niños a integrarse a las diversas actividades y con otros niños.
Concluye que es fundamental para niños con esta condición que se les cree un ambiente en el que se sientan acogidos, queridos, llenos de amor, en el que suelten la timidez.