Nuestro supremo deber: proteger integridad de niños (as) y adolescentes

Nuestro supremo deber: proteger integridad de niños (as) y adolescentes

Fernando Álvarez Bogaert.

A los padres y madres de nuestro país (2/3)

En la entrega anterior iniciamos refiriendo un estudio publicado por The New York Times sobre el impacto emocional y mental del uso de las redes sociales en niños (as) y adolescentes en Estados Unidos, en los últimos años.

Nos preguntaríamos: además del efecto emocional y mental que está repercutiendo en estos dos sectores de la sociedad, que otros están haciendo presencia en ellos?

Han cambiado de una manera considerable su estilo de vida. En ese sentido y de acuerdo con el estudio de The New York Times, la capacidad de los jóvenes para hacer frente a la cantidad de información en las redes sociales se ve afectada por la gran cantidad de horas que pasan frente a la pantalla.

Traduciéndose en una reducción de horas de sueño, limitación de las actividades físicas y disminución de las conexiones interpersonales, haciéndolos aún más vulnerables a los contenidos presentes en las plataformas digitales.

El momento emocional y mental de un niño (a) y adolescente, no permite discernimiento con propiedad sobre una serie de exposiciones ya sean de su conformación corporal o de cualquier aspecto que pueda incidir en su conducta y que ameritan de cierta madurez para la toma de decisión al respecto.

En adición, según la revista National Affairs, otra de las problemáticas es que, en muchas ocasiones, el emisor de la información en las redes sociales distorsiona la realidad del mensaje, provocando comparaciones y expectativas irrealistas de su propia imagen corporal, trayendo consigo descontentos, depresiones y crisis emocionales; lo mismo ocurre con los estilos de vida.

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Este sector sensible de la sociedad se encuentra en un auto descubrimiento personal y físico. Agregándoles la presión social y constante comparación con un ideal inalcanzable: un atentado formal contra la estabilidad mental de estos grupos poblacionales.

National Affairs expresa que otro de los riesgos presentados en las redes sociales es la seguridad y la ciberseguridad.

Estas plataformas son medios que pueden utilizar los traficantes, acosadores, depredadores y manipuladores para acceder a víctimas vulnerables sin mucho esfuerzo. Niños (as) y adolescentes pueden facilitar a personas, peligrosas informaciones privilegiadas como ubicación, lugares que frecuentan, e imágenes que luego pueden utilizar para extorsionarlos.

Estos sectores vulnerables tienen acceso a contenidos que pueden ser no adecuados para sus edades, como aquellos de índole sexual o violenta.

Anteriormente, era más fácil para los padres garantizar que sus hijos manejaran información de acuerdo a las etapas en que se encontraban, pero las redes sociales han dificultado esta tarea.

Sin embargo, no podemos simplemente desconectar a los niños (as) y adolescentes de las redes sociales, son estos medios donde desarrollan su vida social en estos tiempos y son requeridos hasta para actividades escolares.

En este orden de ideas, es necesario buscar salidas que sean efectivas en la gestión de estas problemáticas. En nuestra entrega final estaremos tratando estos últimos dos puntos.

Investigadora Asociada: Julissa Lluberes