El Año Lunar chino es la fiesta cultural tradicional más importante del pueblo chino el cual lo celebra con algarabía tal que hasta disfruta de una semana completa feriada para que los ciudadanos viajen a reunirse y celebrar con sus familiares, cientos de millones lo hacen convirtiéndose en la más grande movilización humana de todo el mundo.
Es igualmente la tradición cultural que más reconocimiento y celebración atrae y provoca en muchas naciones del mundo. En Latinoamérica ya son varios los países que lo celebran, frecuentemente auspiciado por la existencia del Barrio Chino.
Este año la ciudad de Santo Domingo, coauspiciado por la Alcaldía capitaleña, celebró el acontecimiento con majestuoso, aunque modesto, acto en Plaza de España, escenario propicio para entremezclar herencias culturales e históricas de 500 años, por una parte, y cinco milenios, por otra. Anteriormente, la fiesta se celebraba en el Barrio Chino, lugar apropiado, pero espacio reducido, este año se desbordó la celebración.
Como es usual, la actividad se inició con la Danza del León, siendo seguida por manifestaciones artísticas de ambas naciones. Como es habitual en la cultura china se rindió homenaje a la descendencia china en RD personalizada en una interpretación del conocido como “Chino” Joa.
Una profesora del Instituto Confucio de Intec ofreció un popurrí de canciones chinas. La gran y agradable sorpresa fue la interpretada canción en mandarín por la promotora cultural dominicana Henya Tejeda.
Se disfrutó de una exhibición dominico – china de kung fu, expresión de artes marciales chinas y se cerró con una actuación de un grupo folclórico que recreó, en tal escenario histórico, las raíces del pueblo dominicano.
En sus palabras, la alcaldesa Carolina Mejía resaltó y agradeció la colaboración y apoyo multifacético que se ha recibido del gobierno de la República Popular China y deseó que durante este “Año del Tigre de Agua” que se inicia, las virtudes atribuidas a tan típico animal del zodiaco chino, contribuyan a estrechar más los vínculos de amistad en desarrollo.
Por su parte, el embajador Zhang Rum, representante de una “efervescente” superpotencia constantemente atacada y objeto de manipulaciones de todo tipo con la pretensión de denigrarla y frenar su arrollador ritmo de desarrollo, funcionario que ha sabido insertarse en el más profundo sentir nacional, deseó prosperidad y que en ocasión de los Juegos de Invierno de Beijing 2022 el pueblo disfrutase de los “nevados paisajes de Beijing desde el país que se halla en el camino del Sol”.