Reflexión
Personas buenas

Retrato
A todos nos encanta pensar que la persona que acabamos de conocer tiene características especiales, que su mirada, su saludo, forma de hablar y de ser nos llevan a creer que estamos frente a una persona buena.
Estamos viviendo tiempos en los que ocurren hechos que dejan perplejo al más equilibrado de los humanos. Una madre envenena a sus tres hijos y luego se suicida. Un joven sale temprano de su hogar donde deja a su familia para procurar el sustento diario pero, otros entienden que esa moto debe pasar a sus manos y le arrancan la vida. La jovencita camina por la calle en entusiasta conversación con una amiga por su celular, pero unos desaprensivos se le acercan y le piden la entrega, ella se resiste y una bala disparada sin piedad apaga su existencia.
Era persona de confianza, “papá le conocía desde hacía unos diez años”, siempre estaba disponible para cuando se le necesitara, pero ese día se acompañó de otras personas y decidieron apropiarse de unos milloncitos que la hija había acumulado tras largos años de duro trabajo en Europa. La confianza de creerles “personas buenas” les costaron sus ahorros, también sus vidas.
Los malos son menos, pero son malos. Sus hechos se destacan, sus acciones nos aturden, nos espantan. Otros, asumen esas malas acciones y las reeditan con creces. Claro está que, en el fondo de esas mentes perturbadas, existen características que les apartan de lo que conocemos como personas de normal comportamiento.
Por lo general, corresponden a individuos con mentes retorcidas donde las frustraciones y el fracaso han contribuido a conformar una forma de ver la vida donde satisfacer sus impulsos y deseos es lo que debe primar. El camino fácil, sin esfuerzos, sin estudios ni trabajo, debe ser sustituido por “eso lo quiero y me lo consigo como sea”, no importa los trabajos y esfuerzos que haya realizado el otro para conseguirlo.
Como me decía uno de mis pacientes en el hosp. Aybar: “Doctor, yo salgo por la mañana temprano a buscarme lo mío y, si alguien se me pone por el medio, me lo llevo”. Ya lo hemos dicho antes, nadie puede predecir qué está ocurriendo en una mente perturbada, por ello sus hechos nos asombran.
La bondad es algo natural en los seres humanos. Esta hermosa cualidad debe ser fortalecida durante toda la vida. Toda nuestra existencia sería más gratificante y plena si la acompañamos con una buena dosis de ella.
Es una persona tranquila, respetuosa, amable, sensible, solidaria, preocupada por los demás, dispuesto siempre a ayudar, atento. “Es una dama” “es un caballero”, es una persona buena.
A lo largo de la historia han existido personas que se destacaron por dedicar sus vidas al trabajo, la ciencia, la cultura, el arte, la lucha contra la injusticia civil y social, ayudar a los más necesitados, tales como: Mahatma Gandhi, Madre Teresa de Calcuta, Martin Luther King, Nelson Mandela, Malala Yousafzai, entre otros.
Hacer el bien, ayudar a los demás nos enaltece en nuestra condición humana, y hacer lo contrario nos reduce en el más amplio sentido de la palabra. Una persona buena se caracteriza por desarrollar cualidades, conductas y capacidades que, por lo general, apuntan a la bondad, empatía, sinceridad, sana conciencia, gratitud, actitud compasiva y solidaria.
B
uena persona, es aquella que siempre desea lo mejor para los demás y actúa en consecuencia. Ello implica tener valores morales sólidos, capacidad de entender y compartir sentimientos de los demás, alegría en sus logros y actitud solidaria en sus dificultades.
Sugerencias:
- Mejorar su autoestima.
-Saber perdonar y vivir en paz.
- Meditación. Terapia junto a valorar sus propios patrones de comportamiento y pensamiento.
- Las personas positivas se centran en la solución.
- Identificar la parte del yo que genera conflicto.
- Responsabilizarse de su vida. Sin acción no se logran las metas.
- Descartar lesión o alteración a nivel cerebral, ver neurólogo.
- Evaluación con su psiquiatra. Una buena terapia y orientaciones pueden ayudar mucho en modificar conductas, y eso llevarle a ser una persona buena.
- Inscríbase en la lista de las personas buenas, vale la pena por usted y por los demás