«Ozeano Swimwear» marca la diferencia entre las líneas de moda dominicanas, ayudando a descontaminar nuestros océanos al fabricar bañadores 100% de plástico oceánico.
Utilizar una pequeña cantidad de botellas de plástico reciclable para fabricar un traje de baño puede parecer una acción irrelevante, pero es exactamente lo contrario.
Teniendo en cuenta que actualmente hay alrededor de 100 millones de toneladas de plástico acumuladas en el fondo o flotando en la superficie de los océanos, de las cuales el 80/90% proviene de acciones humanas.
Las mentes maestras detrás de estos bañadores de botellitas plásticas son Shaina Alonzo, hotelera, y con especialidad en innovación y Raquel Díaz, psicología, egresada, educadora y emprendedora, dos amigas surfistas, quienes unidas por el amor y respeto por el mar acoplaron sus talentos para emprender y a la vez proteger el medioambiente.
Se asociaron con sus marcas Ozeano Swimwear y CeroPlast.
Shaina Alonzo, fundadora de la marca, explica que Ozeano Swimwear nace del amor y la conexión que tiene con el océano, “mi estilo de vida estaba 100% relacionado con el surf y el amor por los bikinis, lo que me sirvió de inspiración para desarrollar aquello que quería lograr y en lo que creía”, dice.
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Cuenta que la marca surgió en el 2015 con una visión social, pues se donaba 1% de las ventas para la fundación REEF CHECK RD que se encarga de preservar los ecosistemas marinos en República Dominicana.
“Pero no fue hasta el 2018 que realmente comenzaron a crear cambios internos y su misión y visión dieron un giro hacia un camino más sostenible y en miras de una moda con un propósito mayor en donde es necesario utilizar únicamente textiles reciclados o materiales que no tuvieran un impacto tan negativo en el medioambiente”, explica.
Mientras que Ceroplast surgió de una necesidad personal, cuenta su fundadora Raquel Díaz, quien indignada por toda la basura y plásticos que se encontraba cuando iba a practicar surf decide cambiar su estilo de vida.
Al verse limitada para encontrar productos eco amigables y reutilizables en el país, decide emprender esta iniciativa para también enseñar y educar a más personas sobre este estilo de vida y en cómo convertirse en un consumidor más consciente y responsable con el medioambiente y la sociedad.
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¿Qué ofrece esta alianza?
Alonzo explica que cuenta con un línea completa de playa: trajes de baño de mujer, salidas de playa tejidas a mano en crochet, accesorios para el cabello, toallas de playa, neceser, viseras, carteras, sombreros.
“Todos nuestros productos son hechos con textil que se fabrica a partir de botellas de plástico reciclado (trajes de baño y toallas)”.
Mientras que en Ceroplast cuentan con más de 50 productos todos con certificaciones “que demuestran su transparencia a la hora de fabricar porque no sólo debemos medir el impacto ambiental, sino también el impacto social.
Tenemos productos de higiene personal, higiene íntima, productos para llevar, para la cocina, entre otros”, dice su fundadora.