La pelota invernal dominicana no tendría nada que envidiarle a algún otro país del Caribe, incluso, es un secreto a voces que las demás ligas ven a República Dominicana como el país con mejor nivel en su liga profesional de béisbol. Sin embargo, tiene una piedra en el zapato.
Obviamente, el objetivo de cada equipo es quedar campeón, y para ellos tratan de armar el mejor plantel posible, combinando jugadores o de Grandes Ligas, prospectos de organizaciones de Las Mayores, y jugadores importados de otras ligas, pero, a veces estos planes se ven afectados cuando un equipo de Grandes Ligas decide ponerle fin a la participación de su jugador en la pelota invernal.
Una muestra reciente de esto es el caso del segunda base de los Tigres del Licey, Elly de la Cruz, quien por mandato de su equipo de Grandes Ligas, los Rojos de Cincinnati, solo podrá jugar hasta mañana viernes.
El paro de jugadores evidentemente representa una eterna piedra en el zapato en la pelota invernal, ya que aunque la Liga Dominicana es de las más reconocidas por su calidad, todo parece indicar que no podrá superar el hecho de que los equipos que la componen no tienen el control de que los jugadores que pertenecen a una organización de Grandes Ligas jueguen con ellos una temporada completa.
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En el caso de Elly de la Cruz por ejemplo, al día de hoy, es el principal favorito al Novato del Año, y por todo lo que ofrece en el terreno de juego, es un pelotero de mucha valía para el Licey, sin embargo, ya los Tigres no tienen otra opción que aceptar que no jugará más con ellos.
Quizás en el caso del Licey esto no signifique un gran daño, debido a la buena posición que se encuentra el equipo, y porque cuentan en su reserva con excelentes jugadores que pueden sustituir a Elly, ahora bien, detengámonos a pensar si el paro hubiese sido a Sandro Fabián, jugador de los Leones, significaría que le están quitando al mejor bateador de un equipo que le urge ganar juegos.
¿Por qué el paro de jugadores es una «eterna» piedra en el zapato de la pelota invernal?
Según el rumbo que va tomando las Grandes Ligas, donde cada vez se hace más normal darle contratos millonarios a jugadores jóvenes, o incluso en su año de novato, como pasó con Julio Rodríguez, se hará más difícil que los equipos de Las Mayores dejen jugar a sus jugadores en la pelota invernal, y si lo hacen, que sea sólo por pocos partidos.
Es entendible que una organización de Grandes Ligas decida parar a un jugador, o simplemente negarle el permiso de jugar en la pelota invernal, ya que ellos hacen inversiones millonarias en estos peloteros, y entienden que permitiéndoles jugar, serían más propensos a lesionarse, sin embargo para el equipo de la liga invernal, el paro de dicho jugador pudiese significar perder lo más valioso que tenían como equipo.
Obviamente, los equipos de la pelota invernal tratan de estar siempre a la expectativa con esos jugadores que pertenecen a organizaciones de Grandes Ligas, para que si de buenas a primeras lo mandan a parar, tener con qué intentar suplir esa ausencia, que en el mayor de los casos es importando un pelotero.