Paro provoca grandes pérdidas. En la batalla de “Quién manda” entre los jugadores y los dueños de equipos, los primeros saldrán muy afectados en lo inmediato.
Miren este ejercicio:
Gerrit Cole tiene previsto ganarse 36 millones en el 2022. Él suele tener 30 salidas por año, lo que indica que tira entre 4 y 5 partidos por mes. Por cada juego perdido, Cole perdería 1 millón de dólares, y eso se extenderá a 4 millones por el mes de abril debido a que es difícil que se juegue hasta mayo.
Entre los lanzadores el golpe es mayor, aunque los jugadores de posición, de en menor rango por juego, pero sumando todo al final, también serán golpeados.
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En la guerra de quién aguanta más, ahí pierden los jugadores porque los dueños tienen más dinero. Hago mención de este tema porque cuando te golpean en el bolsillo, tú entras en razón. Los dueños había pedido una mediación federal porque notaron que había un alto nivel de intolerancia entre las partes.
Estoy con los peloteros, pero que creo que debe haber un límite. Me parece que los jugadores deben ceder un poco, y jamás declarar la guerra a un socio que tendrás de frente siempre.
Alguien me preguntó por Fernando Tatis Jr y le dije que aunque firmó un contrato de 340 millones de dólares, ahora en el 2022 solo ganaría 5.7 millones, por lo que no perdería tanto. Como está el mundo en guerra y crisis, una industria que mueve más de 10 millones de dólares anuales no debería estar en ese pleito ahora.