Por Dahiana Familia
A raíz de la muerte por desnutrición Zhanna Samsonova, la llamada influencer vegana que solo se alimentaba con frutas, surge la pregunta ¿Cuál es la diferencia y la responsabilidad de una persona popular por la cantidad de seguidores que tiene y la de una persona influyente?
Según la definición formal, una persona influenciadora o influencer, que es el anglicismo utilizado, es alguien que puede convencer, motivar y cambiar un comportamiento de su público seguidor, resultado que no necesariamente puede lograr una persona popular.
En el día a día, se tiene la errónea idea de que alguien con muchos seguidores o que tiene mucha exposición en los medios, es una persona influyente, pensar esto es un grave error.
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Si le quitas las redes sociales a algunos pseudo influenciadores no les quedaría nada, porque sustentan un contenido pobre con el fin de tener likes y views. Hemos visto mucha gente sin talento, hacer alguna tontería y volverse virales, sin embargo, esa “fama” es efímera y en pocos días, vuelven al lugar de donde vinieron, al olvido. Esto demuestra que muchos seguidores momentáneos, una gran cantidad de likes o views, no te garantizan un resultado positivo al exponer tu marca con esa persona.
El rápido crecimiento de plataformas como Instagram provocó que surgiera una nueva profesión para el mercado mundial, los influencers, este mercado mueve alrededor de 1.5000 millones de dólares gracias los más de 20 millones de personas que se dedican a esto y van tomando relevancia en el mercado de los medios.
Utilizar este recurso está muy en boga pues se logra un consumo más “orgánico” y más económico que los medios tradicionales. La cuestión está en que no todas las personas con muchos seguidores entienden la responsabilidad que conlleva tener esa visibilidad.
Si buscamos en la amalgama de personas con muchos seguidores que tenemos, podemos encontrar verdaderos influenciadores que sí realizan un trabajo loable y se les reconoce un buen uso de su plataforma, éstos sí llevan un mensaje que impacte y que les genera resultados palpables a las marcas.
Otro punto a tomar en cuenta con respecto a esto es la preparación de quienes están llevando un mensaje masivo al público que los sigue, influenciar va más allá de postear por postear.
Influenciar va más allá de postear por postear: la tendencia ha llevado a que los ‘pseudo-influencers’ hablen acerca de ciertos temas que están muy lejos de su profesión o experiencia.
Preocupa que algunos que se llaman influencers, brindan consejos de nutrición, salud, psicología, etc. Sin ser especialistas en esa materia, solo porque es tendencia, sabiendo que no son expertos, entonces da como resultado que un grupo de seguidores con carencia de pensamiento crítico, los siguen y dan por válidos sus consejos.
Para concluir, como marca, está muy bien montarse en la ola de utilizar a los influencers para dar una visibilidad potable y orgánica en las RRSS a sus productos, sin embargo, la prioridad debe ser que esa persona sea un verdadero influenciador en su público, que tenga coherencia con el mensaje y no tanto en la cantidad de seguidores que tenga.