El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, Luis Roberto Barroso, dijo este lunes que le pidió a la Policía Federal que investigue el ataque cibernético contra el sistema informático de la entidad que retrasó el escrutinio de las elecciones municipales del domingo.
Barroso afirmó que los sistemas informáticos del tribunal registraron en la mañana del domingo hasta 436.000 intentos de acceso por segundo en un claro ataque de redes mundiales de hackers para intentar derribar el sistema.
Agregó que los «disparos masivos simultáneos» fueron realizados por robots informáticos desde Brasil, Estados Unidos y Nueva Zelanda pero aclaró que el ataque no consiguió superar las barreras de seguridad del sistema informático del tribunal.
«El ataque no consiguió atravesar nuestras barreras y fue debidamente rechazado por nuestros mecanismos de seguridad», dijo.
Sin embargo, el ataque generó un problema técnico en uno de los núcleos del supercomputador del sistema electoral, que terminó provocando un atraso en el conteo de los votos y en la divulgación del escrutinio de las elecciones municipales del domingo, en las que los casi 148 millones de electores brasileños renovaron a los alcaldes y los concejales de las 5.569 ciudades del país.
El tribunal necesitó cerca de 13 horas para concluir el escrutinio de las elecciones de este año pese a que, gracias al sistema electrónico de votación y de conteo con que cuenta Brasil, por lo general sólo requiere hasta cuatro horas para anunciar a los vencedores.
Barroso afirmó que le pidió a la Policía Federal que abra una investigación sobre el ataque cibernético para intentar identificar a sus autores y establecer si tienen vínculos con los grupos de hackers que bloquearon este mes el sistema informático del Tribunal Superior de Justicia.
Igualmente si los autores tienen relación con militantes políticos vinculados a la ultraderecha en Brasil y que son investigados por «disparos masivos» de falsas noticias en las elecciones presidenciales de 2018.
Además del ataque, el magistrado también le pidió a la Policía Federal que investigue una supuesta falla en el sistema que permitió la fuga de datos personales de funcionarios que trabajaban para el tribunal hace diez años.
Barroso afirmó que la fuga de esos datos fue verificada antes de las elecciones y del ataque cibernético y que, pese a tratarse de informaciones ya sin importancia por su fecha, es necesario establecer cómo se produjo la filtración.
De acuerdo con la autoridad electoral, los datos filtrados fueron divulgados el domingo en un claro intento de desacreditar el sistema de informática del tribunal.
«Tan pronto como los datos fueron divulgados, milicias digitales comenzaron inmediatamente a intentar desacreditar el sistema. Hay sospechas de una articulación de grupos extremistas que se empeñan en desacreditar las instituciones y claman por el regreso de la dictadura a Brasil. Muchos de ellos ya son investigados por la Corte Suprema», dijo.
Pese a que Barroso no mencionó a nadie en especial, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, al ser interrogado sobre la demora del tribunal en divulgar el escrutinio, volvió a cuestionar este lunes la seguridad del sistema electrónico de votación en Brasil y defendió el regreso al voto en papeleta.
El líder ultraderechista es un antiguo crítico de la votación electrónica y ha denunciado fraudes en diferentes elecciones pero nunca ha presentado indicios ni pruebas de sus acusaciones.